Xavi Pascual es el nuevo entrenador del Barça. El club blaugrana lo hizo oficial durante la mañana de este jueves, después de varios días de negociaciones y reflexión. Y es que el técnico catalán no tenía del todo clara su incorporación en noviembre y también barajaba esperar a final de temporada. Fue entonces cuando apareció Laporta para decantar la balanza.
Como hemos ido contando estos últimos días en SPORT, Pascual ha pedido un pívot al conjunto azulgrana. Una ‘exigencia’ que el club todavía no puede cumplir, ya que computa para el fair play financiero, por lo que tendrían que esperar al mes de enero para hacerlo. La actual plantilla es insuficiente para pelear por grandes cosas y es por eso que Pascual quería alguna garantía de mejora.
Joan Laporta, junto a Cubells y Yuste / Enric Fontcuberta
La sección hará todo lo posible para satisfacer las necesidades de Pascual, aunque no a corto plazo. La idea es la de montar un proyecto a su medida, pero una incorporación en lo que queda de año no parece una opción viable. Aun así, el amor del técnico de Gavà por el Barça y la intervención de Laporta han hecho que finalmente acepte coger al equipo ya. De inmediato.
En el propio comunicado del club, se menciona la figura del presidente blaugrana como una parte muy importante para que se haya efectuado el acuerdo. “En esta operación ha sido clave la buena sintonía entre Joan Laporta y Josep Cubells con el propio Xavi Pascual. Los tres manifestaron su satisfacción al llegar a un acuerdo con celeridad en un momento de complejidad económica del Club”.

Xavi Pascual, nuevo entrenador del Barça / FCBBBALONCESTO
Cabe recordar que la relación entre Xavi Pascual y Joan Laporta es muy buena. Fue el propio Laporta quien trajo en la anterior etapa a Xavi, por lo que el vínculo entre ambos se extiende a lo largo de varias décadas. Para el presidente, era muy importante que Pascual fichara ya, y pudiera poco a poco inculcando sus ideas a la plantilla, aunque algunos de los jugadores no formen parte del equipo la próxima temporada.
La otra posibilidad que existía era la de que Pascual fichara por el Barça en verano. En ese caso, podría haber confeccionado la plantilla desde un principio y hubiera tenido más margen de maniobra en cuanto a fichajes y planificación del curso. La idea era que, si se hubiera decantado por esta situación, fuera Òscar Orellana el que dirigiera el equipo hasta junio.












