La rutina mental es fundamental para cualquier éxito porque manejar el juego interno y lo que busca el bateador es lo que le permite estar mental y físicamente en el lugar correcto para cada lanzamiento. Si estás mentalmente disperso, tu cuerpo te seguirá y tu visión se volverá borrosa.

El ex bateador de Inglaterra Kevin Pietersen reflexiona sobre su despido en Perth en el verano de 2013-14. Crédito: AP

Contra el ritmo rápido, dos reglas adicionales se destacan como las más contrarias a la intuición, pero también las más críticas, que debe seguir un bateador:

1. Espere la pelota llena

En un lanzamiento donde la mayoría de los lanzamientos serán cortos, el bateador exitoso debe esperar mentalmente la bola completa. No se trata de adivinar; se trata de preparación táctica. La pelota llena es el primer punto de lanzamiento; por lo tanto, el punto de peligro más inmediato.

Al prepararse para la bola completa, el cuerpo del bateador se organiza en una posición neutral. Entonces la mente subconsciente toma el control: si la bola todavía está en la mano del lanzador más allá de cierto punto, la mente automáticamente registra que ya no puede ser un lanzamiento completo e instantáneamente coloca el pie delantero para empujar hacia atrás y cubrir la bola corta.

Si un bateador anticipa primero la bola corta, comienza a organizarse para jugar ese lanzamiento, pero si la bola es un lanzamiento completo, no tendrá tiempo para adaptarse, lo que hace que anotar con ese lanzamiento sea muy improbable. Los bateadores más exitosos aprenden a organizarse al máximo y luego retroceden.

2. Busque anotar, no solo sobrevivir

Otra paradoja clave es que un bateador siempre debe buscar anotar carreras. Contra el ritmo rápido, debes tener un método fuerte que te permita anotar carreras con cualquier balón. Si eres solo un jugador de atrás o predominantemente un jugador de adelante, tus opciones de puntuación serán limitadas.

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El simple hecho de intentar sobrevivir crea una postura estática, lo que hace que el bateador se mueva lentamente y no pueda realizar una transición efectiva de su peso. Se convierten en blancos fáciles. Por el contrario, buscar una oportunidad de anotar obliga al bateador a adoptar una posición dinámica y preparada.

La paradoja del ritmo se extiende también a los jugadores de bolos. Para quienes llegan a Perth, la emoción de ver la pelota volar hasta el portero suele ser abrumadora. La tentación es jugar bolos cortos, cortos y luego aún más cortos.

El movimiento contrario a la intuición es lanzar la pelota hacia arriba. Lanzar bolos excesivamente cortos es un error fundamental por dos razones principales: en primer lugar, elimina dos de los modos de despido más potentes en el cricket de prueba (bolos y pierna antes del wicket) que requieren una longitud más completa. En segundo lugar, es un riesgo, ya que el bateador puede dejar la pelota cómodamente o usar su ritmo para marcar límites fáciles, perdiendo así carreras. La disciplina con una longitud ligeramente mayor, permitiendo que el tono genere el veneno, es el secreto definitivo del éxito aquí.

El ataque de ritmo de Nueva Zelanda durante la prueba 2019-20 en el estadio Optus cayó en esta trampa. A pesar de tener una batería de ritmo altamente calificada, constantemente lanzaron demasiado cortos en las primeras entradas de Australia, tratando de explotar el rebote. Este fue un error estratégico que jugó directamente a favor de los bateadores, incluido Marnus Labuschagne, quien pudo anotar libremente, lo que llevó a un enorme total australiano de 416 que efectivamente terminó el concurso temprano.

Además, las características del campo de Perth aumentan exponencialmente el número de posibilidades de atrapar detrás del portillo. Estos filos llegan rápidamente y exigen reflejos muy agudos y un excelente posicionamiento. El cordón de acceso en Perth no es un lujo; es una necesidad operativa. La buena noticia para los defensores es que el rebote significa que las recepciones generalmente se realizan desde la altura de las rodillas y por encima, lo que ofrece una visión ligeramente mejor de la pelota, pero exige una preparación total.

Espero que Australia comience como favorita debido a su experiencia en estas condiciones. Dado que Mitchell Starc, Josh Hazlewood y Scott Boland enviaron muchos balones cada uno en Perth, espero que se adapten a las condiciones más rápidamente que Inglaterra. De hecho, Perth y Brisbane son tan únicos como dos campos cualesquiera en el cricket mundial. La experiencia de los australianos en estas condiciones les da una ventaja considerable. Si aprovechan bien esa experiencia, las probabilidades favorecen a los anfitriones.

La lección fundamental del portillo más rápido del mundo es que el poder bruto a menudo es derrotado por la inteligencia sutil. La victoria es para aquellos que abrazan la brillante y contraintuitiva paradoja del ritmo.

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