A principios de noviembre tuvo lugar un acontecimiento inimaginable en la calle Mírová de Strakonice. Allí, el hombre se metió en el contenedor textil y quedó atrapado bajo la tapa. Los bomberos lo liberaron a su llegada, pero ya era demasiado tarde. Tras examinar el lugar, la policía confirmó que se trató de un accidente.
Por la noche, la policía de Strakonice recibió un informe sobre una persona atrapada en un contenedor textil. Cuando llegó la patrulla se pudo comprobar que el hombre se encontraba sin señales de vida. Luego, los bomberos sacaron el cuerpo con equipos y aseguraron el lugar.
Los investigadores comprobaron que el joven se subió él mismo al contenedor, probablemente por la ropa que había dejado. Mientras manipulaba la tapa, aseguró el mecanismo contra el movimiento, pero el seguro cedió y la tapa se cerró de golpe. La presión en el pecho fue fatal. Un médico forense dictaminó que la muerte fue por asfixia y la policía descartó la participación de cualquier otra persona.
El diseño de estos contenedores presenta un enorme riesgo de entrada. En un espacio estrecho y bajo una tapa pesada, un solo movimiento en falso es suficiente. “Los contenedores textiles no están pensados para que entren personas, un descuido puede terminar trágicamente”, advierte el portavoz de la policía Jaromíra Nováková. La policía vuelve a hacer un llamamiento a las personas necesitadas para que utilicen formas de ayuda más seguras, como servicios sociales u organizaciones benéficas.













