Ha pasado históricamente y seguirá pasando. El madridismo no soporta ver cómo el Barça, un equipo al que llaman provinciano sin darse cuenta de que Catalunya es mucho más europea de lo que lo ha sido y será nunca Castilla, triunfa, tiene éxito, exporta e importa talento y gana jugando extremadamente bien, que es la única manera que tiene de hacerlo porque lucha contra un poder enorme que todo lo controla, includo el estamento arbitral (de ahí lo de Negreira, una anécdota, una mancha inapreciable, en la histórica manipulación del madridismo sociológico en todas las competiciones).

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