Abandonó temprano la educación secundaria y por lo tanto sin título, pero… sabiendo que algún día tendría que regresar. Y eso es lo que hizo Najim Kaldoun (34). Se convirtió en maestro, construyó una guardería, continuó sus estudios y finalmente se convirtió en el pilar de varios emprendedores emergentes. Un viaje que no podía pasar desapercibido y que en octubre le dio un título que nunca hubiera esperado en su tarjeta de visita hace diez años: el de juez en casos societarios en Amberes. “Los proyectos que no son evidentes pueden conducir a roles significativos”, se da cuenta. “Y eso me humilla”.













