El belga-ruso de 48 años, que viajó a San Petersburgo el pasado mes de junio para visitar a su padre enfermo, se encuentra en prisión en Rusia por “traición y atentado a la seguridad nacional”. Se arriesga a pasar 12 años de prisión, escribe hoy ‘Le Soir’.
El belga naturalizado Mikhail Loshchinin, que nació en Moscú y huyó a Europa hace 25 años, comparecerá ante el tribunal el 15 de enero en Pskov, una ciudad rusa cerca de la frontera con Letonia. Se arriesga a doce años de prisión. Según sus allegados, el hombre fue detenido en la frontera rusa y “secuestrado y torturado sin motivo alguno”.
Su hermana dice que la embajada belga pide permiso al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso desde agosto para visitar a Loshchinin para aclarar su estado de salud, “pero no ha habido respuesta”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores confirma a ‘Le Soir’ que está “consciente de la situación”, pero afirma que “no puede comunicar casos personales”.
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