Álvaro Cervera ha ganado 55 encuentros como entrenador del Tenerife, los mismos que José Luis Oltra y más que el resto de técnicos que han dirigido al primer equipo blanquiazul, pero ninguno de esos triunfos se produjo en el contexto de la Copa del Rey, una competición que no se le ha dado bien en este cargo y que se abre para el representativo en el presente curso con la visita a El Val y el reto de eliminar al Alcalá a partido único.
La primera experiencia de Cervera con el Tenerife en la Copa coincidió con la segunda ronda de la campaña 12/13, la que terminó con el ascenso de los isleños a Segunda División. En ese camino, el visto y no visto en el torneo del KO no fue ningún drama. Al Tenerife le tocó un conjunto de Segunda B de otro grupo, el Alcoyano, y tuvo que ejercer de visitante por los caprichos del sorteo. El resultado fue de 1-0 a favor de la escuadra preparada en ese entonces por Asier Garitano. Javi Lara, que también acabaría pasando por el club blanquiazul, anotó el único gol (1-0). Los de Cervera venían de comenzar la temporada con tres triunfos seguidos, ante el Marino, Rayo B y Ourense. Luego, tras despedirse de la Copa en El Collao, retomaron el rumbo con un 2-0 al Caudal.
En el curso siguiente, ya en Segunda División, el contacto del Tenerife con la competición secundaria también resultó efímero. El debut midió al representativo con un vecino de la misma categoría, el Eibar. Y el desenlace fue idéntico, un 1-0, en este caso, con Ipurua como escenario. Fue una derrota que empeoró un preocupante arranque. En Liga, el balance inicial fue de dos puntos de 18. La primera victoria llegó en la séptima jornada, gracias a un gol de Ayoze Pérez al Castilla. A partir de ahí, el equipo consiguió despegar.
Tampoco hubo suerte en el acercamiento del Tenerife a la Copa 14/15. En la segunda ronda le tocó visitar Montilivi para tratar de dejar en el camino a otro equipo de Segunda División, el Girona. Después de los 90 minutos de juego y de una prórroga de media hora, nadie marcó, de manera que el cruce se tuvo que resolver en una tanda de penaltis que premió a los gerundenses por 6-5. Los blanquiazules Uli Dávila y Hugo Álvarez fallaron sus lanzamientos.
El posterior intento de Cervera con el Tenerife en la Copa del Rey se hizo esperar. El técnico fue despedido en la segunda vuelta de la temporada 14/15 y regresó al club en diciembre de 2024 como solución de emergencia para tratar de evitar el descenso del equipo a Primera RFEF. Como sustituto de Pepe Mel, Álvaro abrió esa etapa con la eliminatoria de dieciseisavos de final ante un rival de Primera, el Osasuna, en el Heliodoro. Pasaron los navarros, pero con más dificultades de las previstas. Jorge Herrando anotó pronto el 0-1, José León, sin querer, amplió la desventaja en el minuto 25 (0-2) y el propio central madrileño la recortó con un gol al borde del intermedio. Así quedó, con 1-2 y ninguna consecuencia negativa para un Tenerife que se volcó, sin éxito, en continuar en LaLiga Hypermotion.
Con otros equipos
Como entrenador, a lo más lejos que ha llegado Cervera es a octavos de final. Lo consiguió con el Cádiz en la campaña 17/18. Después de superar al Almería, Osasuna y Betis –a ida y vuelta–, no pudo ampliar la racha en el duelo con el Sevilla. Con el mismo equipo, el Cádiz, inició la siguiente edición derrotando al Tenerife en la segunda ronda –1-2 en el Rodríguez López–. En ese mismo curso, venció al Zaragoza pero no al Espanyol.
En sus inicios, la primera hazaña de Álvaro en el torneo del KO sirvió para que el Real Unión, en esos tiempos en Segunda B, viviera la experiencia de medirse con un histórico de Primera, el Sevilla. Para llegar a ese punto, a los dieciseisavos de final, los de Irún tuvieron que imponerse antes al Burgos, Teruel y Orihuela. En la noche más grande, ya no hubo sorpresa. El conjunto andaluz, dirigido por Gregorio Manzano, resolvió su clasificación en la ida con un 0-4. Y en el Sánchez Pizjuán, más de lo mismo, ganó el Sevilla por 6-1.
Finalista como jugador
La relación de Cervera con la Copa del Rey durante su etapa como jugador, con 44 partidos disputados, tuvo su momento cumbre el 29 de junio de 1991. Ese día se celebró la final en el estadio Santiago Bernabéu. Frente a frente, el Atlético y un Mallorca en el que Álvaro actuó como suplente. El encuentro llegó a la prórroga, y fue en ese tramo cuando se rompió con un único gol anotado por el rojiblanco Alfredo.
Duro desenlace para un Mallorca comandado por Lorenzo Serra Ferrer y defendido en el campo por jugadores como Ezzaki Badou, Ángel Pedraza, Fradera, Serer, Paco Soler, Marcos Martín, Miguel Ángel NadalHassan Nader, Claudio Barragán o el propio Cervera.
Un formato cuestionado
El técnico del Tenerife siempre ha defendido la conveniencia de que los cruces dependan de sorteos puros, sin que se coloquen a determinados equipos en bombos diferentes por la categoría en la que compitan. Estando en el Cádiz, reconoció que no le gustaba el formato que se implantó en la campaña 19/20 –sigue ahora–. «Está hecho para que lleguen unos equipos y otros no», opinó para añadir que participaba en esta competición sabiendo que no la iba a ganar, que es justo lo opuesto a su manera de entender el deporte.
En el presente curso también fue claro a la hora de referirse al criterio de proximidad geográfica aplicado por la RFEF. «Igual no sabemos dónde está cada sitio. No hay por dónde cogerlo. Que Ibiza sea proximidad... Será porque la conexión es mejor, aunque esté lejos», dijo refiriéndose a la coincidencia de baleares y canarios en el mismo grupo que madrileños, manchegos y extremeños .















