El empresario ilicitano Diego Quiles Navarro y expresidente del Elche CF ha fallecido a los 83 años tras una larga enfermedad. Con su muerte se despide una de las figuras más influyentes de la industria del calzado y del deporte, como cofundador de Kelme. La capilla ardiente está instalada en la sala 1 del tanatorio de Carrús.
Nacido en Elche en 1941, Quiles creció en el seno de una familia trabajadora. Su infancia transcurrió entre los huertos de palmeras cercanos al antiguo campo de fútbol de Altabix, donde ayudaba a su padre en un pequeño negocio ganadero. Desde niño, su vida estuvo marcada por el esfuerzo y la humildad ya que ordeñaba vacas, recogía alfalfa y repartía leche en bicicleta desde las cinco de la mañana hasta la noche. Según cuenta el periodista Santiago Gambín en su biografía publicada en la Cátedra Pedro Ibarra de la Universidad Miguel Hernándezno acudió a la escuela, aunque recibió clases particulares de un maestro que acudía a su casa. Aquella etapa forjó el carácter tenaz y trabajador que más tarde lo convertiría en uno de los empresarios más respetados de la Comunidad Valenciana.
De adolescente, su madre decidió que debía estudiar, y aquel ímpetu hizo que se formase en una academia donde aprendió contabilidad, mecanografía y cultura general con el objetivo de conseguir un empleo como oficinista. Poco después, en 1957, comenzó a trabajar en la empresa de Francisco Cañizares Riquelmededicada al calzado de señora. Aquella experiencia sería el inicio de una larga relación con el sector del calzado.
En 1961, con apenas 20 años fundó su primer negocio: Quiles Calzadosun pequeño almacén de menos de 50 metros cuadrados en la calle Reina Victoria. Lo hizo junto a su hermano José y los hermanos Cañizares, con quienes distribuía varias marcas de calzado por toda España. Pronto, el joven emprendedor comenzó a viajar en tren para abrir mercados en Valencia, Zaragoza o Bilbao, y su red comercial creció hasta cubrir buena parte del país.
En 1977, los hermanos Quiles dieron un paso decisivo y lanzaron la marca Kelme, que acabaría convirtiéndose en la firma deportiva más importante del Levante español y una de las más reconocidas del país. Lo que nació como una empresa familiar dedicada a fabricar calzado, así como complementos deportivos se transformó, en pocos años, en un símbolo de innovación, esfuerzo y pasión por el deporte.
Kelme no solo fue un referente empresarial. La compañía dejó una profunda huella en la ciudad gracias a su apuesta por el deporte base. Desde finales de los años setenta, la empresa creó sus propias instalaciones deportivas y las puso al servicio de los jóvenes ilicitanos. Miles de niños y niñas se formaron en ellas, impulsados por la filosofía que definía a la marca: “Locos por el deporte”.
Durante la década de los ochenta, Kelme llegó a consolidarse como una marca nacional e internacional. Su equipo ciclista, creado en 1979, se convirtió en un clásico de las grandes competiciones, y la empresa amplió su patrocinio a múltiples disciplinas. En 1994, firmó un contrato histórico con el Real Madrid, un acuerdo que situó a la marca del “gato” en la élite mundial del equipamiento deportivo. Bajo la dirección de Diego Quiles, Kelme se expandió a Europa, América Latina y Asia, llegando a tener presencia en nueve países.
A pesar de los altibajos económicos y de la fuerte competencia internacional, la marca ilicitana se mantuvo como una referencia gracias a su capacidad de innovación —con sistemas como el Flot System o el Switch— y su compromiso con el deporte. Por su labor de patrocinio, Quiles recibió numerosos reconocimientos, entre ellos la insignia al mérito deportivo del Comité Olímpico Español y varios premios Nova de la Generalitat Valenciana.
Pasión por el Elche C.F.
La relación de Diego Quiles con el Elche Club de Fútbol fue otro de los grandes capítulos de su vida. Vinculado al club desde joven, fue vicepresidente entre 1973 y 1976 junto a Manuel Martínez Valero, y asumió la presidencia en 1983, logrando el ascenso a Primera División en su primera temporada al frente. Mantuvo el cargo hasta 1987 y regresó en 1994 tras ser aclamado en una asamblea celebrada en el Gran Teatro.
Durante su segunda etapa, lideró el proceso de transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva, un paso trascendental en su historia. Bajo su mandato, el Elche consiguió tres ascensos y consolidó su estructura profesional. Su figura fue siempre respetada por los aficionados, que lo recordarán como un presidente apasionado, cercano y profundamente identificado con los valores del club.
Un empresario hecho a sí mismo
Casado con Sacramento Morales Rubio y padre de seis hijos, Diego Quiles representó la esencia del empresario ilicitano: trabajador, intuitivo y comprometido con su tierra. Su trayectoria encarna la evolución de una generación que transformó Elche en un motor industrial de referencia en Europa.
A pesar del crecimiento de Kelme y de su reconocimiento público, Quiles mantuvo siempre una actitud humilde y una profunda vinculación con su ciudad. Para él, el éxito empresarial solo tenía sentido si se traducía en oportunidades para los demás. “El deporte ha sido siempre mi manera de devolver a Elche lo que Elche me dio”solía decir en las entrevistas.
El legado de un pionero
Con su fallecimiento, Elche pierde a uno de sus grandes referentes. Diego Quiles deja tras de sí un legado imborrable: una marca que llevó el nombre de la ciudad por todo el mundo, una contribución decisiva al desarrollo del deporte local y una historia personal de superación y visión empresarial.
Las reacciones no se han hecho esperar. El propio club a través de las redes sociales ha expresado sus condolencias a la familia destacando que Quiles fue uno de los presidentes más “queridos y trascendentales de nuestra historia. Su legado forma parte de lo que somos”. Su vida resume el valor del esfuerzo y la capacidad de convertir un sueño nacido en un pequeño almacén en un símbolo internacional del deporte español.
A los 83 años, Diego Quiles Navarro se despide dejando tras de sí una huella dificilmente indeleble en la historia de Elche y del calzado español. Su nombre, ligado para siempre a Kelme y al Elche C.F., será por siempre sinónimo de trabajo, innovación y pasión por el deporte.














