Autocrítico y molesto. Así se presentó Antonio Hidalgo en la sala de prensa de Riazor tras presenciar el empate del Deportivo en el tiempo de descuento ante un Valladolid que se hizo el dueño «completamente» de los primeros 45 minutos. «Para jugar al fútbol hay que ponerle más intensidad y más actitud», apremió el técnico blanquiazul. Lamentó que el conjunto pucelano entró mejor al partido en un primer tiempo en el que el Dépor «prácticamente no hizo ninguna situación de gol desde la de Mella en el primer minuto».
El entrenador de Canovelles reconoció que necesita revisar el partido y corregir situaciones, tanto de sus futbolistas, como sus propias decisiones, pese al empate ante un Valladolid que se quedó con un jugador menos. «En esta categoría, lo importante es sumar. Los chavales siguieron empujando, pero no lo suficiente contra un equipo con diez», puntualizó.
El técnico es consciente de que «hay que darle una vuelta de tuerca» a la situación que atraviesa el equipo en las últimas jornadas, con la actuación ante el Valladolid como gota que colma el vaso. «Si no aumentamos esa intensidad, esa concentración y ese veneno contra tu par, es complicado», insistió el técnico del deportivo sobre la reacción de su equipo tras la expulsión de Marcos André. Incidió, también, en «ser consecuentes» con el club al que representan. «Tengo que darle a mis jugadores las herramientas para que tengan esa tranquilidad en el juego y ser más valientes», reconoció.
Tras el partido, Hidalgo apuntó al trabajo en una semana cargada, con Copa del Rey por el medio. «Tenemos que meternos en la cabeza las ganas de sufrir», insistió tras un partido del que el Dépor tiene mucho que aprender y corregir.














