Con los relojes inteligentes económicos, seguimos las mismas pautas de prueba rigurosas que sus contrapartes premium, prestando aún más atención a las categorías en las que podemos ver posibles compensaciones, como la precisión del sensor y el soporte de software.
Los conceptos básicos: Primero, evaluamos qué tan bien resisten estos relojes al uso en el mundo real: notificaciones, mensajes de texto (si están disponibles) y emparejamiento de teléfonos. También revisamos la experiencia de la aplicación complementaria, que es particularmente importante para los relojes económicos, muchos de los cuales dependen de aplicaciones patentadas para los datos de salud y la personalización. Algunos pueden carecer de integración telefónica avanzada, especialmente para usuarios de iPhone, por lo que señalamos esas limitaciones en nuestras revisiones.
Rendimiento y navegación: Si bien los modelos de menor costo rara vez tienen el poder de procesamiento de las opciones premium, evaluamos qué tan fluida y receptiva es la interfaz durante el uso típico. Eso incluye deslizarse entre menús, iniciar entrenamientos, sincronizar con la aplicación y responder a notificaciones (cuando estén disponibles).
Diseño y durabilidad: La asequibilidad no tiene por qué significar una calidad de construcción barata. Probamos la comodidad, el ajuste y cómo el reloj resiste el uso diario. La mayoría de los modelos económicos no vienen con durabilidad de grado militar o altas clasificaciones de resistencia al agua, por lo que no somos tan “rudos” con estos dispositivos y solo alcanzamos lo que la clasificación permitía, pero reconoceremos plenamente esta compensación en la revisión.
El Amazfit Bip 6 tiene nuevos sensores bajo el capó que mejoran la precisión del seguimiento de la salud y el estado físico.
Duración de la batería: Los relojes inteligentes económicos tienden a superar a los premium en lo que respecta a la duración de la batería debido a la pantalla de menor calidad y las aplicaciones que consumen mucha energía, pero no siempre es un hecho. Comenzamos nuestras pruebas con una batería completamente cargada y luego probamos cuánto dura un reloj con un uso normal. Esto incluye seguimiento del sueño, notificaciones reflejadas de nuestro teléfono y al menos una exterior (mediante GPS). Una vez que se haya agotado, cronometraremos cuánto tiempo lleva volver a cargarse hasta el 100%. También señalaremos cualquier táctica de ahorro de batería exclusiva de ese modelo, aunque nuestras pruebas principales se realizan a plena capacidad (no en modo de ahorro de batería).
Precisión del sensor: La calidad del sensor puede ser impredecible en esta categoría, por lo que realizamos comparaciones en paralelo con herramientas estándar. Para medir la frecuencia cardíaca, realizamos pruebas con una correa para el pecho durante los entrenamientos cardiovasculares. Para SpO2, utilizamos un oxímetro de pulso de dedo. Para los relojes con GPS incorporado, también evaluamos la rapidez con la que el GPS se bloquea para los entrenamientos al aire libre y comparamos su precisión con el GPS de un teléfono inteligente (separado del que está emparejado). Señalaremos cualquier inconsistencia obvia en la ruta y el seguimiento.
En última instancia, buscamos relojes que ofrezcan un valor real y no solo una larga hoja de especificaciones con funciones a medias.
El Amazfit Active 2 es una versión un poco más refinada y cara del Bip 6, que es nuestra opción económica favorita.















