Aunque están sobre las mesa visiones políticas muy distintas sobre la forma cómo los candidatos alcalde plantean gobernar a la ciudad de Nueva York, hay solo un consenso absoluto en las promesas electorales de los tres principales candidatos, a sustituir desde el próximo 1 de enero a Eric Adams, como ejecutivo municipal de la urbe más grande y diversa del país: Crear muros sólidos a la estrategia de deportaciones masivas de la Administración Trump, que de acuerdo con los registros recientes, ha demostrado que no está a la caza solamente de elementos criminales.
Precisamente en este particular ya existe la amenaza no velada desde la Casa Blanca, de cortar fondos, redoblar la presencia de agentes del Servicios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y que todo termine en un conflicto, con resultados impredecibles, si el mandatario municipal electo se interpone en los planes federales.
De acuerdo al último balance de la contraloría municipal, hay más de 400,000 residentes de la Ciudad de Nueva York que no tienen “papeles”. Según las proyecciones de varios estrategas electorales de las diferentes campañas, por cada persona indocumentada, existen dos o tres votantes que motivados por el vínculo afectivo hacia un vecino, amigo o compañero de trabajo, ejercerán su derecho al voto. Su decisión se fundamentará básicamente en la necesidad de favorecer en las urnas, a quien pueda establecer mecanismos de protección frente a la posibilidad de que su amigo o familiar sea deportado en cualquier momento del país.
Aunque miles de abuelos y padres de familia indocumentados, incluso con décadas de presencia honesta y productiva, no tendrán voz ni voto en las próximas elecciones, tienen hijos y nietos nacidos en el país, al igual que amigos y vecinos, que sí irán a sufragar.
“El tiro por la culata”
Además, esta jornada electoral del último trimestre de 2025, transcurre en un clima político totalmente distinto en la “médula espinal” de las comunidades hispanassi se contrasta con la ciudad de hace un año, previo a las elecciones presidenciales.
“Nos salió el tiro por la culata. Muchos más hispanos de la Gran Manzana votaron por Donald Trump por el resentimiento que causó que a miles de migrantes recién llegados, no solo se le dieran papeles, sino hoteles, todas las comidas y todos los beneficios. Más tenaz aún que un grupito de ellos, vinieron a delinquir y a crear caos en nuestros barrios. Trump prometió que perseguiría a los malos. Lo que vemos ahora es horrible. Se está llevando por el medio a gente honesta, separando familias honorables”, compartió el comerciante colombiano, Jeremy Solano, residente de Jackson Heightsquien además se ubica en la fila de quienes optaron por el republicano, como una forma de “hacer justicia” por los millones de inmigrantes honestos.
Jeremy asegura que cuando estampó su voto por Trump, lo hizo pensando en alguien que mejoraría la economía y además sacaría de su vecindario a los delincuentes. También estuvo movido por la fibra del temor que la política de continuidad de “fronteras abiertas”, que podía haber significado Kamala Harris y que en su opinión más “vagos y maleantes” siguieran inundado las calles de Jackson Heights.
“Muchos creímos en la promesa que se controlaría más la frontera y sacaría a los maleantes. Solo cumplió con lo primero. Y está persiguiendo y deportando a personas que no tienen ni un ticket. Por eso ahora necesitamos un alcalde que no pacte con La Migra. Que aminore la posibilidad de que en cualquier momento se lleven a mi vecino o a mi compadre”, interpretó el migrante neogranadino. Una postura, un sentimiento, un razonamiento, que a criterio de un par de consejeros de las campañas de varios candidatos consultados, se multiplica en miles en las calles de la Gran Manzana.
Trump había avanzado
En efecto, casi un año después de las elecciones presidenciales, si se hurga en los resultados oficiales, Trump obtuvo el 37.3% de los votos en Queens el 5 de noviembreen comparación con tan sólo el 26.8 % en 2020, cuando se enfrentó a Joe Biden.
En vecindarios de mayoría hispana como Corona – Jackson Heights, figuran en la geografía nacional como uno de los bastiones de mayor avance de los republicanos en todo el país.
En 2020, Trump no ganó ni un solo distrito electoral en Corona, Elmhurst, East Elmhurst, ni Jackson Heights, todos ellos con una gran población de votantes latinos e inmigrantes. En 2024 ganó seis distritos electorales de la zona y logró avances de dos dígitos en docenas de distritos más.
Trump mejoró mucho en El Bronx. En general, el porcentaje creció de 16% en 2020 a cerca de 28% en 2024.
Aunque Kamala Harris arrasó en Manhattan, el avance del presidente Trump en vecindarios como Washington Heights y Harlem fue significativo.
Mandani: $100 millones en abogados
El próximo 4 de noviembre los electores neoyorquinos que decidirán quién regirá el destino de la Ciudad de Nueva York, también estarán sellando un pacto con un Alcalde, que además que garantice seguridad, asequibilidad y los servicios de esta gran urbe, tendrá que enfrentar el plan de deportaciones que adquirió mucha más fuerza el pasado verano.
El Diario consultó a los candidatos a la alcaldía, cuál sería la estrategia específica para enfrentar el plan de deportaciones, que mantiene en vilo a los neoyorquinos en situación migratoria irregular, tras una escalada del 46% en las detenciones desde el mes de mayo, si se contrasta con el año pasado.
La campaña del candidato oficial del partido demócrata, Zohan Mandani, reaccionó advirtiendo que como alcalde “no hay dudas” se enfrentará a Donald Trump para proteger a los inmigrantes neoyorquinos, para rechazar cualquier intento de ICE para “aterrorizar” a los vecinos. Promete que ampliará el apoyo legal a las comunidades que son blanco de las deportaciones masivas.
“La estrategia del alcalde Eric Adams de desplegar la alfombra roja, para que Trump secuestre a los neoyorquinos de las calles, es la misma que veríamos de Andrew Cuomo, quien dijo a los neoyorquinos que no reaccionaran exageradamente, cuando Trump envió a la Guardia Nacional a Los Ángeles”, dijo la portavoz de esta campaña, Dora Pekec.
El presupuesto de la ciudad de Nueva York para 2026, aprobado en junio, asigna 54 millones de dólares para apoyar a las organizaciones de defensa, que cuentan con abogados pro bono que luchan contra órdenes de deportación, una cantidad que según el alcalde saliente, Eric Adams, supera lo que gasta cualquier otra ciudad del país.
Sin embargo, Mamdani cree que esa financiación es totalmente insuficiente.
Durante una entrevista, en un canal nacional, el aspirante socialdemócrata confirmó que “un pilar fundamental de su campaña, es aumentar los fondos para esos mismos servicios de defensa legal, en más de 100 millones de dólarespara asegurarnos de que estamos tomando todas las medidas posibles para mantener a los neoyorquinos seguros, unidos y demostrando al mundo que son bienvenidos en esta ciudad”.

Cuomo: un equipo de abogados
Por su parte, el exgobernador Andrew Cuomo quien también aspira sustituir a Eric Adams en el cargo, recordó que durante la campaña presidencial, el presidente Trump les dijo a los estadounidenses que se centraría y priorizaría la aplicación de las leyes migratorias, contra los peores criminales que se encuentran aquí sin documentos.
“En cambio, está desplegando a ICE para sembrar el miedo en las audiencias de inmigración y en los Home Depots, y deteniendo a personas en la calle, en sus hogares y lugares de trabajo. Esta no es la estrategia de aplicación de la ley, sino una actividad ilegal”, ahondó el aspirante.
El candidato independiente propone crear un equipo interinstitucional permanente de abogados municipales, defensores de los derechos civiles y ex fiscales para monitorear las extralimitaciones federales, coordinar respuestas rápidas a las acciones de ICE y defender los derechos constitucionales de los neoyorquinos.
Este grupo de trabajo, garantizará que Nueva York esté legalmente preparado para defenderse cuando se genere una crisis, garantizando una defensa inmediata para cualquier persona que sea objeto de una redada de ICE, sin el debido proceso, asociándose con organizaciones legales sin fines de lucro y defensores públicos, para garantizar que cada persona tenga una representación adecuada, sin excepciones y sin demoras.

Sliwa: No permitiré que persigan a gente trabajadora
El abanderado republicano, Curtis Sliwatambién se deslindó de apoyar la estrategia federal de deportaciones masivas. En entrevista con El Diario, expuso que si bien respalda cambios en el estatuto de ‘ciudad santuario’, lo cual sometería a consulta popular, jamás toleraría que la agencia federal proceda a hacer redades en sitios de trabajo, separando de sus familias a trabajadores esenciales.
“Yo estoy de acuerdo en abrir todas las compuertas para que ICE busque a los traficantes, a los aberrados sexuales y a todos los que constituyen una amenaza para nuestra seguridad pública. Tendrán toda mi cooperación para que los busque y los remuevan del país. Pero lo que nunca apoyaré es que las autoridades federales, vayan en contra de personas honestas y trabajadores, que están en una fila de Home Depot, o en la cocina de un restaurante, que lo único que buscan son oportunidades para progresar ¡Eso jamás!”, subrayó
Destaca que solo apoya al presidente cuando envía al ICE tras los elementos criminales que están aquí. Pero considera inaceptable que esperen fuera de los juzgados a hombres y mujeres que acuden a sus citas, porque detrás de eso está su intención de cumplir con las leyes.
Adams: devorado por las sospechas
Lo que muchos definen como una posición política centrista, otros lo interpretan como parte de un pacto con la Casa Blanca. El alcalde Adams quien retiró su aspiración a la reelección, terminó doblemente devorado por temas vinculados con la migración y sus aparentes guiños de colaboración con ICE.
El actual mandatario municipal, abandona el cargo bajo sospechas de que empezó a contribuir con la ofensiva migratoria del presidente a cambio de que el Departamento de Justicia desestimara su caso federal de corrupción.
Adams niega la acusación e insiste en que sólo trabaja con el gobierno federal en investigaciones criminales y no en la mayoría de los casos de deportación que son asuntos civiles.
El dato:
- 1 millón de votantes latinos registrados en la ciudad de Nueva York, lo cual representa el 23 por ciento de toda la población votante.














