Cholismo puro y duro en La Cartuja. Y Atlético de Madrid fiel a su esencia precisó de dos genialidades de sobre la babeana para derribar el muro verdiblanco. Una llegó escasos minutos después del pitido inicial de Juan Martínez y, la otra, en el añadido del primer tiempo. De poco le sirvió al conjunto de Manuel Pellegrini adueñarse de la posesión si después pecó de finura arriba o sufrió en los repliegues. Puesta en escena muy seria y convincente de los rojiblancos, que sumaron sus primeros tres puntos lejos del Aire Metropolitano de Riad (0-2).
Fueron, seguramente, los mejores primeros 45 minutos de la temporada. Intensidad, verticalidad, solidaridad defensiva… y efectividad de cara a puerta. Que se lo digan al cholitoque no se lo pensó dos veces cuando vio llover un balón en la frontal. Bellerín no acertó en su despeje y el ’20’ enganchó el balón de primeras y ajustó su disparo – con la zurda – al palo derecho.
A partir de ahí, intentó el Betis plantarse en campo rival y tratar de abrir espacios con el desborde de Abde y Antonio. Pero no le surtió efecto. Al Cucho prácticamente no le llegaron balones y la zaga rojiblanca no hizo aguas. Al contrario. Y el Atletasque volcó la mayor parte de sus ataques a la banda derecha, dio la estocada en el añadido.
Baena se estrena
Pasó el Betis de reclamar un posible penalti sobre Natan a correr hacia atrás para defender una contra colchonera. Julián puso un centro al área algo pasado, pero fue rescatado por un Álex Baena que se perfiló y mandó su disparo a la mismísima escuadra para estrenar su cuenta goleadora con la elástica rojiblanca. Tercer tanto del de Roquetas de Mar al Betissu víctima predilecta.
Pellegrini movió el banquillo, pero ni con la clarividencia de Lo Celso fue capaz el Betis de inquietar a una nube. La ocasión más clara se la apuntó Irseque sacó un derechazo en un libre directo que se estrelló en el larguero de la meta del esloveno. En los minutos finales se limitó el Atlético a resistir ante la ofensiva bética, consciente, eso sí, de que tenía la victoria en su mano. Puso fin a su maleficio fuera de casa y se repuso, asimismo, de la dura derrota en el Emiratos.















