El empate del Nàstic en la Nova Creu Alta dejó a Luis César con una sensación agridulce. El técnico gallego no ocultó su descontento tras un partido en el que su equipo no encontró el ritmo ni el juego que pretende imponer. “He visto por qué el Sabadell está arriba. Es el rival más potente al que nos hemos enfrentado”, admitió sin rodeos.
El entrenador destacó la solidez defensivo del conjunto arlequinado, que ya suma siete porterías a cero: “Juegan a un ritmo muy alto y lo hemos pasado mal. Han demostrado por qué están en esa posición”.
Aun así, Luis César no quiso cargar toda la responsabilidad sobre el rival y reconoció que su propio equipo tiene deberes pendientes: “Nuestra capacidad ofensiva fue limitada. Tenemos que analizar si el problema fue individual o colectivo”.
El técnico valoró que, en los pocos tramos donde el Nacido consiguió enlazar jugadas, el equipo generó peligro real: “Cuando conseguimos combinar dos o tres pases en campo contrario, tuvimos opciones de marcar. Creo que ambos merecimos un gol”.
Pese a la autocrítica, César también rescató el lado positivo: “Empatar en un campo tan difícil tiene mérito. Si cada dos partidos sumamos cuatro puntos, estaremos arriba, que es donde queremos ser”.
Fiel a su estilo exigente, el entrenador insistió en que no le basta con los resultados: “No quiero ganar de cualquier manera. Quiero que mi equipo se imponga, que convenza. Me preocupa más el cómo que el cuánto”.
El gallego reconoció que, a día de hoy, el Nàstic aún no le convence: “Soy un maniático de esto. El punto es bueno, pero no estoy satisfecho con la imagen que damos”.
Entre las notas positivas de la jornada destacó el debut de Moi Delgadouna de las incorporaciones más recientes: “Ha jugado en una posición clave para nosotros y ha tenido un buen estreno”, valoró el técnico.
Con la mirada ya puesta en lo que viene, Luis César cerró su comparecencia con un objetivo inmediato: “Ahora toca centrarnos en la Copa, pasar ante el Atlético Baleares y preparar el siguiente partido en casa”.















