El Pleno del Ayuntamiento de València aprobó este martes en ordenación del edificio del terciario del Nou Mestalla acondicionamiento a que el Valencia ingrese en la cuenta del consistorio los 11,2 millones que debe abonar para pagar el polideportivo de Nou Benicalap, una instalación que se comprometió a costear hace casi dos décadas.
El Pleno aprobó la propuesta de la comisión de urbanismo con los votos a favor del PP y Vox, que forman el gobierno municipal, y también del PSOE, uno de los partidos de oposición, y con el voto en contra de Compromís, que también forma parte de la misma.
Compromís anunció la semana pasada que no apoyaría ninguna del gobierno municipal mientras que la alcaldesa María José Catalá no firme con Valencia el convenio que recoge los derechos de la ciudad sobre el Nou Mestalla en virtud de los acuerdos entre el club y el consistorio desde 2004.
La comisión de urbanismo la semana pasada aprobó el ‘Estudio de Detalle’ del edificio de usos compatibles que hay en el proyecto del Nou Mestalla y que prevé hasta 20 plantas en la zona que recae en la Avenida de Les Corts Valencianes y hasta 16 en la que lo hace sobre la parte más cercana al barrio de Benicalap.
El objeto del estudio presentado por el Valencia en septiembre de 2024 era “concretar las condiciones de volumen y forma de las edificaciones propuestas para la citada parcela” con la idea de lograr “la integración arquitectónica entre sí de todas las edificaciones del ámbito, especialmente con el Estadio, así como estudiar todos los parámetros que intervienen en el objetivo de potenciar espacios de calidad”.
En su informe, la Jefatura del Servicio de Planeamiento, alertó de la necesidad de subsanar algunas deficiencias, pero explicó que la propuesta permitía “una distribución volumétrica integrada con el entorno, tanto hacia el ámbito de mayor escala de la Avenida Corts Valencianes y el nuevo estadiocomo hacia el ámbito de escala más reducida del barrio de Benicalap”.
También destacó que se generan “espacios libres de la manzana en un entorno urbano adecuado, abierto hacia la avenida de Corts Valencianes y hacia el nuevo estadio, de forma que se favorezcan las visuales amplias del estadio, se aprovechen las sinergias entre los diferentes usos y la ciudad gane un espacio dinámico y atractivo”.
El informe señalaba que el Estudio de Detalles presenta “con carácter orientativo y no vinculante, una posible propuesta de los edificios terciarios que agota la edificabilidad asignada a la parcela sin rebasar la envolvente exterior”.
“El volumen parte de un zócalo común, con una altura variable de planta baja a planta cuarta, del que emergen dos bloques, uno de 20 plantas en la zona más próxima a la Avenida Corts Valencianes y otro de 16 plantas en el extremo hacia la calle Nicasio Benlloch”, recoge el informe.
La Jefatura del Servicio apunta que el proyecto definitivo “podrá contar con cierto grado de libertad para su desarrollo y su volumetría podrá tener un número de plantas inferior siempre que se colmate dicha edificabilidad dentro de la envolvente máxima definida por las áreas de movimiento”.
La comisión rechazó íntegramente las alegaciones de la asociación Libertad VCF que reclamaba que no se permitiera “aprovechamiento lucrativo privado” de esta zona terciaria hasta que se construya el hotel que la extinta ATE incluía en la Avenida de Aragón, se urbanizara la zona del nuevo estadio o “la obtención del 10% del aprovechamiento por parte del Ayuntamiento.
La comisión entiende que la tu parcela esta urbanizadaque la obtención de aprovechamiento es sobre la parcela del actual Mestalla y que el Valencia dejó de ser promotor de la ATE con su extinción y ya tampoco es propietario de esa parcela de la Avenida de Aragón y la Generalitat la administración competente sino que el Ayuntamiento es el responsable del ‘Plan ATE’ que no recoge la obligación de la construcción del hotel.















