Aston Martín siempre se ha escudado en un futuro prometedor para justificar un presente más bien desalentador. Desde que la escudería británica entendió que la línea de desarrollo del monoplaza verde no iba en la dirección correcta, Paseo de Lorenzo tomó la decisión poner la mirada en lo que estaba por venir. Y esa fecha, siempre marcada en rojo en el calendario de Aston Martin, ha terminado por llegar.
Porque 2026 será mucho más que la hora de la verdad: es toda una auténtica prueba de credibilidad. Y desde piedra plateadadonde llevan tiempo trabajando en el coche de esta temporada que viene, saben que están prácticamente obligados a superarla. Aston Martín ha invertido como nadie, ha fichado a estrellas como nadie y quiere terminar ganando como nadie. En sus manos estará poder demostrarlo en pista.
Alonso, en el box de Aston Martin tras la ‘qualy’ del GP de Qatar / Zak Mauger/Equipo Aston Martin F1
La escudería es consciente de que no puede esperar más para empezar, como mínimo, a construir una base sólida para lograr éxitos en un futuro no demasiado lejano. Están obligados no solamente por el dinero depositado en el proyecto, sino también por todas esas promesas que la escudería lleva por bandera desde su llegada a la Fórmula 1. Aston Martín ya no es un equipo primerizo ni tampoco uno con instalaciones propias de una escudería de media tabla; disponen de un túnel de viento completo, un campus como ningún otro en el Gran Circo, un nuevo simulador de última potencia… y tiene a las personas indicadas para traducir todo eso en décimas de velocidad en pista.
Enrico Cardille, Andy Cowell, Adrian Newey… son algunos de los nombres de una amplísima estructura que cuenta con ingenieros del máximo calibre. Entre tanta infraestructura y plantillaintentar alinear todos los esfuerzos en una misma dirección puede llegar a ser más un reto que una ventaja en un principio, pero desde Aston Martín saben que no pueden escudarse en eso si quieren convertirse en un equipo grande de verdad. Y por inversión realizada, debería serlo con creces.

Newey, durante su entrevista para Maaden, socio de Aston Martin / Equipo Aston Martin F1
Aston Martín tiene además una suerte de deuda moral que no puede olvidar: otorgarle un monoplaza competitivo a Fernando Alonsoestrella principal del proyecto y principal responsable de salvar los resultados del equipo durante este tiempo, es algo que está prácticamente obligado a cumplir. El tiempo corre en contra del asturiano, que podría vivir en 2026 su último baile en la Fórmula 1 en busca de su ansiada tercera corona, y Aston Martín debe acudir a su llamada para intentar devolver todo el esfuerzo depositado en el proyecto estos años.
Las cartas están encima de la mesa y Aston Martín ya no tiene excusas. Será en 2026 cuando la escudería verde se enfrente a su propio destino, uno ideado para la grandeza teniendo en cuenta los recursos invertidos. La hora de la verdad ha llegado.













