El Ayuntamiento de Alicante ha querido salir al paso este martes de las sospechas esparcidas por los distintos grupos de la oposición municipal en las que, como en el caso de Compromís, se trató de ligar el momento actual (por el acuerdo público-privado para la construcción de la Ciudad Deportiva del Hércules) con el periodo de Sonia Castedo como primera edil y su relación con el empresario Enrique Ortiz, resuelta en los tribunales sin sentencias condenatorias para ninguno de los aludidos.
El vicealcalde y concejal de Deportes, Manuel Villarha defendido que la instalación se llevará a cabo “conforme a la legalidad”. Y ha ido más allá: “Si alguien piensa que se va a cometer alguna ilegalidad, que vaya perdiendo toda la esperanza”, ha apostillado.
Así lo ha destacado en la rueda de prensa tras la junta de gobierno local, al ser preguntado por el comunicado en el que el exconcejal de Urbanismo y militante del PCE-PCPV, Miguel Ángel Pavónha mostrado su rechazo a la ubicación sobre la que se ha proyectado el complejo deportivo porque, según ha sostenido, “invade de lleno el ámbito protegido a través de la ficha del Catálogo de Protecciones de Alicante dedicada al área de interés cultural y etnológico de la Huerta de Alicante”.
Al respecto, el vicealcalde ha manifestado que no sabe “hasta qué punto” agrada a algunos sectores “que se hagan cosas” en la ciudad y ha espetado a la izquierda que “quiera poner palos en la rueda”. Así, ha reiterado que “todo” se va a hacer “de manera legal”.
Momento histórico
Por su parte, la portavoz del equipo de gobierno, Cristina Cutandaha defendido que “la ciudad está en un momento histórico de inversión” por parte de la Generalitat Valenciana, que está invirtiendo en distintos proyectos 248 millones de euros en la capital alicantina, según trasladó este lunes el jefe del Consell, Carlos Mazón.
Esta cantidad se suma “a los 75 millones que el Ayuntamiento está invirtiendo“, según la edil, que ha acusado a PSPV y Compromís de “solo” poner “palos en las ruedas” y cree que los representantes de estas formaciones se ponen “nerviosos” cuando los ‘populares’ hablan “de inversión” o “atraer” empleo.
La clave está en la DIC
Ya la semana pasada, el propio Hércules también trato de eliminar suspicacias derivadas de la futura necesidad de cambiar la dotación del uso del suelo para desarrollar plenamente un proyecto ideado para el largo plazo en su fase más ambiciosa. Pero para poder crear la base de su Ciudad Deportiva defiende que no necesitará recalificar el suelo. Subraya que el proyecto puede concretarse “en el marco de la normativa urbanística y del planeamiento vigente” a través de la figura de la DIC (Declaración de Interés Comunitario).
«El ámbito donde se pretende desarrollar la actividad se encuentra clasificado por el PGMO1987 vigente como Suelo No Urbanizable Común-Rústico (SNU/RU), tal y como puede constatarse en el Plano de Calificación Global del Suelo, donde, en base a lo dispuesto en el Art.47 de las NNUU, están permitidas las actividades terciarias y de servicios, donde quedaría enmarcado el centro deportivo que nos ocupa. Se trata de una actuación que precisa de Declaración de Interés Comunitario por parte de la Conselleria competente, previa licencia municipal, la cual deberá acompañarse del correspondiente Estudio de Integración Paisajística», describió a través de una nota informativa el Hércules.
En la misma se desvelaba que los parámetros urbanísticos de edificabilidad que se aplicarían a la parcela de 120.000 m2 en las inmediaciones de la Albufereta, aproximadamente, en relación a la ocupación máxima, altura de las edificaciones (tres plantas) y retranqueos y recuerda que al tratarse de un entorno «sensible a nivel patrimonial» (BIC Torres de la Huerta) debería estudiarse su ubicación concreta «para su adecuada integración en el ámbito» que le rodea.