Fermín López, ante el Olympiacos / DANI BARBEITO
El 6-1 del marcador invita a sacar pecho, pero el partido también cuenta otra cosa. El Barça se llevó tres puntos y una goleada ante el Olympiacos, sí, con hat-trick de Fermín López (7′, 39′, 76′), Doblete de Marcus Rashford (74’, 79’) y el Penalti de Lamine Yamal (68’), por el tanto de El Kaabi (54’, de penalti). Sin embargo, cada vez que bajó la intensidad aparecieron las dudas que, a cinco días del Clásico de este domingoson un riesgo innecesario.
El 2-0 parecía encarrilarlo todo, pero el choque se enmarañó tras el descanso: el VAR primero anuló un gol visitante y acto seguido señaló penalti para Olympiacoscual El Kaabi transformó (2-1) y agitó el guion. Ahí afloraron los viejos fantasmas: circulación lenta, pérdidas en tres cuartos y demasiados metros a la espalda del mediocentro.
El momento que partió el partido llegó con la expulsión en Olympiacos. Con uno menos, los griegos se metieron atrás y el Barça encontró lo que antes no tenía: tiempo y metros para acelerar. Cayó el 3-1 de lamina desde los once metros y, con el rival desfondado, llegaron los zarpazos de Rashford —uno a pase de Balde— y la firma final de Fermínque se llevó el balón gracias a una asistencia mágica de Bardghji.
La conclusión no cambia por el maquillaje del resultado: cuando el partido pierde pulso, el Barça pierde colmillo. Flick ha ordenado la pizarra y el equipo ya no vive en el caos, pero necesita subir revoluciones sin balón y saber animar el juego cuando decae un poco la intensidad del partido. En el Bernabéu90 minutos se hacen larguísimos si regalas transiciones o tomas una decisión tarde. El real madrid no perdona esas grietas: convierte una duda en un gol y un mal control en una avalancha.
Goleada, sí. Tranquilidad, no. El Barça se ha salvado de quemarse ante Olympiacos. El domingo hay una oportunidad para demostrar que se ha aprendido y dar un golpe al eterno rival.