Duro golpe de realidad en Tenerife. El baloncesto y las lesiones confirmaron una tarde-noche negra para el Unicaja después de perder contra La Laguna por 95-79. El equipo de Txus Vidorreta pasó muy por encima de los malagueños, que ahora mismo está a mucha distancia del líder de la Liga Endesa, y, por si fuera poco, el equipo terminó con solo nueve jugadores después de la lesión de tobillo de David Kravish.
Lesión de Kravish
Estaba claro que el Unicaja iba a necesitar algo más que baloncesto para en la pugna por el triunfo y la suerte, en el aspecto físico, ni siquiera apareció en el lado cajista. Sin Nihad Djedovic ni Emir Sulejmanovic en convocatoria por lesión y con Killian Tillie en el banquillo sin poder jugar -por un fuerte golpe en la rodilla, Kravish abandonó la pista sin marcharse por su propio pie después de una muy mala caída sobre su tobillo. Ver al pívot golpear el suelo no fue esperanzador… Necesitará pruebas para determinar el grado de la lesión.
Baloncestísticamente, el Tenerife fue ampliamente superior de principio a fin. La defensa del equipo cajista llegaba tarde a muchos tiros después del bloqueo, desordenado, dejaba a los tirados canarios muy solos y el porcentaje era aterrador para los malagueños -50% para el rival-. Mucho más equipo, mucho más hecho y con muchos más recursos a un gran nivel en este tramo inicial de la temporada.
Grupo por hacer
A partir de ahí, el partido del Unicaja fue bastante pobre. Muy pocos jugadores están a un gran nivel. Chris Duarte (1/9 en tiros de campo y cuatro puntos desde el tiro libre) y Xavier Castañeda continúan sin tener el impacto que se necesitaba. Kendrick Perry se marchó de las islas en valoración positiva gracias a sus últimas acciones.
El Unicaja empezó con acierto desde la larga distancia, pero no tardó en hacer aguas en la defensa del bloqueo y continuación (17-8). Esa circulación clásica aurinegra hizo mucho daño, siendo además el segundo mejor porcentaje en triple. No fue hasta la entrada de Balcerowski y Webb III cuando el equipo malagueño mejoró sus prestaciones en ataque, mientras iba reduciendo la sangría atrás (24-20).
Se acercó el Unicaja, también mediante técnica de Txus Vidorreta, hasta que Fran Guerra volvía a aumentar la ventaja local hasta el +9. El lunar del pívot polaco estaba siendo el tiro libre, aunque era el único capaz de generar en ataque. En el otro lado, el Tenerife siempre encontraba a un triplista liberado o a Marcelinho anotando en el último segundo. En los instantes finales llegó la lesión de Kravish y las necesidades pasan ya por minimizar daños (47-36).
Un 8-0 de salida obligó a Ibon Navarro a parar el partido y el 0-9 obligó a Vidorreta a repetir la tarea en el otro bando. Fue una reacción de carácter limitada en el tiempo. El Tenerife siempre tenía algo más. Balcerowski sumaba y La Laguna echaba un jarro de agua fría con otro parcial. Una y otra vez. A veces ya era impotencia. Un destello de Kalinoski, otro de Alberto Díaz y muchos en el Tenerife, demasiados para este Unicaja.
El partido ya era un imposible. Ganar era una quimera, ahora había que ir a por esos pequeños objetivos de mejorar las sensaciones individuales. Construir de cara al futuro. A excepción del polaco, muy poco más y con nueve jugadores sanos ante este Tenerife era una utopía. Así, la afición aurinegra terminó haciendo la ola después de ganar a un enemigo íntimo… en temporada regular (95-79).
Vuelta de la BCL
El próximo reto del Unicaja pasa por la Basketball Champions League. El equipo recibirá el próximo miércoles, a partir de las 20.30 horas, al Filou Oostende belga para cerrar la primera vuelta de la fase de grupos continental. Todo hace indicar que Kravish no estará. Habrá que ver si Ibon Navarro puede recuperar a alguno de los otros lesionados o si necesitará de la cantera para completar una convocatoria de 12 jugadores.















