En el noroeste de Montevideo, la capital de Uruguay, radica el barrio de Conciliación, que colinda con los de Sayago, Peñarol y Villa Colón. En dicho popular distrito capitalino nació y se crió Santiago Mouriñola joya charrúa emergente del Villarreal CF y una de las grandes sensaciones tanto del inicio de LaLiga como de la UEFA Champions League.
Como si lo se lo hubieran sacado de la manga, el consejero delegado del Submarino, Fernando Roig Negueroles, y el director de fútbol amarillo, Miguel Ángel Tena, realizaron un fichaje relámpago a finales del pasado mes de julio, abonando 10 millones de euros Alabama Atlético de Madridclub que lo recompró al Alavés (jugó allí cedido el pasado ejercicio) tras habérselo comprado los vitorianos en agosto del 2024 por 2 millones después de haber militado a préstamo por los rojiblancos al Real Zaragoza, en Segunda División, en la campaña 2023/24.
La dirección deportiva grogueta vio un potencial enorme en este zaguero de 23 años (Montevideo, 13 de febrero del 2002), polivalencia para ejercer tanto de central como de lateral y nivel para rendir en una de las mejores ligas del mundo y en la mejor competición de clubs del planeta, la Champions.
Y este uruguayo apasionado del baloncesto, que incluso fue barra brava (aficionado ultra) del Club Social y Deportivo Sayago, de la máxima categoría del basket charrúa, está dando la razón a los dirigentes amarillos y a Marcelino García Toraluno de sus valedores, ya que además de rendir al máximo nivel como lateral derecho pese a ser central, ha debutado en la ventana FIFA de este mes de octubre con la absoluta de Uruguay.
El joven defensa groguet recibió a Mediterráneo en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza de Miralcamp para analizar sus primeros meses en la entidad y cómo ve el futuro deportivotanto en lo colectivo como en lo personal. Gracioso, jovial y extrovertido, el charrúa se ha adaptado rápidamente a la entidad amarilla.
–¿Qué hace un loco del baloncesto jugando a fútbol? ¿Lo suyo no era estar en la NBA?
–Jajaja (risas). La verdad es que sí que soy apasionado del baloncesto. Cerca de mi barrio está el CSD Sayago, de la Primera División del baloncesto uruguayo e iba a todos los partidos. Soy fanático e incluso iba con la barra (ultras). Son esas cosas que haces de adolescente.
–Amante del baloncesto pero futbolista y mediapunta reconvertido a defensa. ¿Qué fue de aquel Mouriño llegador y goleador?
–Veo que conoce mi historia. Comencé en lo que en Uruguay se llama baby fútbol (fútbol base) jugando de 10, de mediapunta, con llegada, filtrando de pase y marcando goles. Hice más de 250 en baby. Jugaba en el Belo Horizonte, el club de mi barrio: Conciliación. De ahí, con 12 años me ficha Nacional de Montevideo (uno de los más grandes de su país junto con Peñarol), donde me van probando de posiciones y, dada mi altura y buena salida, terminaron por adaptarme a defensa central. La verdad es que ya me he olvidado de marcar goles (risas).
–Apostó por dejar un grande de Uruguay por un club menos importante pero que le sirvió para dar el salto a europa. ¿Quién fue el descubridor de Mouriño?
–Pues fue un exjugador del Villarreal curiosamente, Fernando Cavenaghi, exdelantero centro argentino que es el director deportivo del Racing de Montevideo. Tenía 19 años, estaba en el juvenil de Nacional y no tenía contrato profesional. Racing me ofreció un lugar en el primer equipo, en Segunda División y mi primer sueldo como futbolista. Fue dar un paso hacia atrás que luego me sirvió para dar muchos hacia delante, todo un acierto. Jugué todo el año de Segunda, ascendimos, y luego en Primera también fui titular en el Apertura… y Europa llamó a mi puerta.
–En solo año y medio como profesional ya le fueron a fichar desde Europa… y el Atlético de Madrid. Debió ser increíble. ¿Cierto?
–Una locura. Que con 21 años a un chico uruguayo le venga uno de los clubs más importantes de España y Europa…, pues evidentemente te cambia la vida. Que te compre un club así es muy lindo.
–Aunque una vez está en un grande se da uno cuenta de la dimesión y lo complicado que es el salto a la élite europea.
–Uff. El salto es grande. Cuando llegas a un club así te das cuenta del nivel europeo en cuanto a competencia y competitividad. Por eso me cedieron al Real Zaragoza.
–Tuvo dos experiencias en el Zaragoza y el Alavés, y este verano apostó por dar el salto al Villarreal. ¿Cómo surgió?
–El año de Zaragoza fue más de adaptación a España, no fue fácil. Era todo nuevo para mí, estábamos en Segunda, yo tenía demasiadas ganas de demostrar y me faltaba experiencia y madurez, aunque jugué 29 partidos. Regresé al Atlético y no me veían en el primer equipo y me traspasaron con opción de recompra al Alavés. Allí rendí bien en Primera, ya más asentado en España y jugué 27 encuentros en mi primera experiencia en la máxima categoría. Y en veran estaba en plena pretemporada y me llamó el Villarreal. Y lo vi claro. Fue como la decisión que tomé en Uruguay, porque el Atlético seguía estando, pero decidí que venir al Submarino era dar un salto y un paso muy importante en mi carrera, similar a como cuando en mi país escogí Racing.
–¿Qué le sedujo y quién le convenció para venir al Villarreal?
–Yo sabía después del Mundial de Clubs de la FIFA que no me iba a quedar en el Atlético de Madrid. Estaba en Girona de pretemporada y mi agente me dijo que me quería el Villarreal. Y lo vi claro. Club muy importante en España y en Europa, ganador de Europa League y con grandes participaciones en Champions, este año en Liga de Campeones… era perfecto. Además, Marcelino me llamó y me dijo qué quería de mí. Fue fácil y tengo muy claro que acerté. He pasado en tres años de ver la Champions a las 16.00 horas en mi casa en Uruguay a jugarla yo.
–Insiste mucho en que tomó la decisión correcta, acertó, etc…
–Sí, es que es la verdad. Este club lo tiene todo para crecer como futbolista, te da las herramientas y tiene enorme ambición. Es completo en todo. Apuesta por la base, pero trae figuras, ficha a jóvenes estilo yo, pero también tiene futbolistas consagrados, y la mentalidad club desde que llegas es de buscar jugar bien, ser competitivo, ambicioso y pelear por lo máximo.
–Hábleme de esa ambición.
–Aquí el objetivo está muy claro desde el minuto uno: volver a clasificarnos para la Champions. Por el prestigio deportivo, el económico y, además, los jugadores y técnicos sabemos que sería algo histórico meter por segunda vez consecutiva al Submarino en la Liga de Campeones. Además, en LaLiga el reto estar lo más arriba posible. El Villarreal va a dar mucha guerra en LaLiga y en la Champions. Y en Copa no renunciamos a nada.
–Muy bien el inicio liguero, ¿cómo ve el futuro en Champions?
–El calendario europeo al principio ha sido muy complicado, pero hemos competido contra todos y dando la cara. Merecemos más puntos de los que llevamos. Tenemos equipo para terminar entre los 24 primeros y lo vamos a conseguir, pero partido a partido. Y en LaLiga logramos un gran resultado en Mestalla y solo nos duele el empate al final que nos sacó el Betis en un partido que estaba ganado. Seguimos terceros y queremos estar toda la temporada entre los cuatro primeros, aunque teniendo claro que la Champions nos va a desgastar mucho.
–Ha hablado de lo colectivo. En lo individual, ¿cómo se siente un central siendo lateral?
Si me ven de lateral es porque consideran que tengo nivel para ello, hay que saber adaptarse y es lo que he hecho. Además, tenemos el ejemplo de Foyth, que me ha ayudado mucho al respecto desde que llegué. Imagínese tener a un campeón del mundo de maestro.
–Le felicitó Guardiola en persona por su gran partido ante el City. ¿Qué se siente que le hable uno de los mejores técnicos del mundo?
Me pidió ver para felicitarme por mi actuación contra ellos. Fue algo increíble que no te pasa todos los días. Pero sigo con los pies en el suelo y sé que debo seguir trabajando y mejorando. Ni era tan malo cuando fallé en el segundo gol del Atlético en contra ni tan bueno por mi partido ante el City.
–¿A qué aspira, qué sueña?
–El futbolista siempre debe mirar por lo colectivo, porque si juega bien está ayudando al grupo. Yo busco eso, rendir al máximo, tener regularidad en cuanto a minutos, protagonismo y que eso me lleve a conseguir los objetivos del club. Y que todo eso me lleve en lo individual a ser considerado por mi selección. Y en lo individual sueño con jugar el Mundial con mi país, pero un uruguayo es lo máximo.
–Cuénteme una del vestuario. ¿Cuál es el secreto?
–La verdad es que es complicado conseguir el grupo que tiene el Villarreal. Es un lindo grupo, grandes personas, muy buenos profesionales y hay muy buen ambiente entre todos. Foyth es el que lleva la voz en cuanto a la música, Mole (Moleiro) siempre esta de joda… hay muchas risas y armonía. Tenemos gran plantel y gran grupo.
–La última, ¿quiénes le han sorprendido más por nivel y calidad del vestuario del Villarreal?
–El Villarreal tiene muchos jugadores de equipo grande. Nico (Pepe) es una bala y de gran calidad, es un espectáculo. Y compartir vestuario con jugadores como Gerard Moreno o Ayoze, por decir dos, es un privilegio. Lo de Gerard es otro nivel, de esos jugadores que sabes que debes darle el balón a él porque son inteligentes y te resuelve cualquier problema. Un crack. Esta plantilla es de otro nivel.















