Ya son diez los meses de retraso que acumula España en la aplicación de una directiva europea que permitiría a autónomos y pequeñas empresas con ingresos anuales inferiores a 85.000 euros quedar exentos de incluir el IVA en sus facturas.
Quizás no lo sepas, aún siendo autónomo, pero la medida entró en vigor el 1 de enero de 2025 en la mayoría de países de la Unión Europea, pero España se resiste de momento a aplicarla. Una medida que busca simplificar la carga fiscal y administrativa de los pequeños contribuyentesalentando a más personas a sumarse a este grupo de trabajadores.
Si recurrimos a los datos más actuales de la Agencia Tributariaunos 2,5 millones de declarantes se encuentran por debajo de ese umbral y más de 500.000 autónomos podrían beneficiarse de forma directa,.
Sin embargo, España, junto a Bulgaria, Grecia y Rumanía, es uno de los cuatro países que todavía no han transpuesto la norma, obligando a Bruselas a enviar un requerimiento forman el julio para exigir el debido cumplimiento. Si este incumplimiento persiste, el caso puede acabar en el Tribunal de Justicia de la UEcon posibles sanciones económicas.
Desde el Ministerio de Hacienda aseguran que la transposición de la directiva se llevará a cabo antes de que termine 2025aunque no está garantizado que el límite final se sitúe en esos 85.000 euros, puesto que la normativa europea permite a cada país ajustar ese umbral (algunos como Alemania o Portugal lo han establecido por debajo).
El gran problema es que Hacienda teme que este régimen pueda fomentar prácticas fraudulentascomo la división artificial de actividadescon el objetivo de no superar el umbral de exención. Solo el tiempo dirá si esto termina sucediendo, o se aplica sin mayores problemas.















