Prosiguen los días de zozobra en la orilla del Potomac en la que reside la hasta ahora familia unida y ejemplar del Real Oviedo, mientras que en la ribera rojiblanca todo se ve ahora de colorines después de que el Sporting de Borja Jiménez, de los Jiménez de toda la vida, haya enlazado dos victorias consecutivas. En la casa azul, tocó reunión de los colectivos de hinchas más ruidosos con la plantilla, Luis Carrión y representantes del club. La idea del encuentro en El Requexón, según cuentan, fue recuperar la unidad frente a lo que está por venir que, salvo milagro, será un camino plagado de curvas en busca de la salvación.
Los muchachos y muchachas del Fondo Norte no quieren oír nada que no sea pelear por la permanencia y dejar el sueño de jugar en “Uropa” para más adelante en el tiempo y en el espacio. Dicen que empujarán para que así sea y que celebrarán las victorias como el primer día, pero avisan que ni las celebrarán con el nuevo técnico ni lo quieren ver por las cercanías de sus dominios. Paz sí, pero no a cualquier precio. Así que habrá que esperar a ver qué ocurre en el siguiente partido en el Tartiere, cuando rendirá visita Osasuna. Será de lunes, otra vez.
La verdad es que los azules no están teniendo suerte con los horarios de Tebas: o el partido les cae de viernes, o de sábado a la hora de la comida, o en la noche de lunes. No hay quien pueda con el amo del “fúrgol” español. Eso sí, lo hace con el permiso de todos los clubes menos uno, lo que le da poder para censurar preguntas a pie de campo o mandar emitir dibujos animados para tapar las protestas de los jugadores por el partido en Miami, que finalmente no se jugará en la tierra de Julio Iglesias, Messi y Sonny Crockett y se disputará en ¡Esssssppppaaañññaa!
Por lo que se refiere al Sporting, ahora todo son risas gracias a la mano de Borja Jiménez. Cuando se gana se ensalza incluso que el técnico abulense, como en el fútbol de antes, solo haga dos cambios y mantenga hasta el final a GOD (Gelabert-Otero-Dubasin), el tridente de moda. Ya se verá cuando llegue el frío (o lo que toque, que con esto del cambio climático vaya usted a saber) si GOD sigue en el cielo o lo han desterrado al infierno y si la unidad sigue siendo unitaria o muta en caza de brujas, ¿oyisti, güey?