La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se vio presionada el martes cuando los periodistas preguntaron repetidamente por qué el presidente Donald Trump se había sometido a una resonancia magnética durante una visita reciente al Centro Médico Militar Walter Reed la semana pasada. Leavitt ofreció poca claridad y se limitó a decir que “volvería a comprobarlo”, al tiempo que insistió en que el presidente se mantenía en “una salud física óptima”.
Las preguntas surgieron después de que el jefe del MAGA, de 79 años, revelara la semana pasada que se había sometido a una resonancia magnética y a una prueba cognitiva durante una visita al hospital militar. La revelación se produjo apenas seis meses después de su examen físico anual en abril.Durante la sesión informativa, Kristen Holmes de CNN preguntó: “¿Por qué el presidente Trump se hizo una resonancia magnética durante su reciente visita a Walter Reed?” Leavitt respondió que la visita había sido una “cita de seguimiento” y reiteró que el presidente se encontraba en “óptima salud física”. Cuando Holmes presionó más, señalando que una resonancia magnética es “un procedimiento muy específico” y no suele formar parte de un examen de rutina, Leavitt repitió: “Volveré a comprobarlo” antes de pasar a otra pregunta.
Trump afirma que los resultados de su prueba fueron “perfectos”
Trump mencionó por primera vez el escaneo mientras hablaba con los periodistas a bordo del Air Force One en ruta a Japón. “Nos hicieron una resonancia magnética, una resonancia magnética y la máquina, ya sabes, todo, y fue perfecto”, dijo, y luego indicó a los periodistas que pidieran detalles a sus médicos.Las preocupaciones sobre la salud del presidente persisten desde hace meses. Las fotos que muestran moretones en sus manos e hinchazón en sus tobillos han generado dudas sobre su condición. La Casa Blanca atribuyó los moretones a los frecuentes apretones de manos y al uso habitual de aspirina por parte de Trump, y dijo que la hinchazón fue causada por insuficiencia venosa crónica, una dolencia común en los adultos mayores. Los funcionarios han sostenido que la medicación o el horario diario del presidente no han cambiado.













