Fumar sólo dos cigarrillos al día puede parecer relativamente menos riesgoso, especialmente en la industria corporativa y de los medios de comunicación, pero está lejos de ser inofensivo. Los neumólogos advierten que incluso fumar poco y por poco tiempo empieza a afectar al cuerpo mucho antes de lo que la mayoría espera. Según el Dr. Pooja T, neumólogo especialista principal del Hospital Aster RV, los efectos de fumar dos cigarrillos al día ya se notan al cabo de un mes. “La nicotina es una sustancia química de acción rápida que refuerza el sistema de recompensa del cerebro”, explica. Incluso dosis pequeñas y regulares pueden provocar una dependencia leve y antojos, sentando silenciosamente las bases para la adicción.
¿Qué sucede dentro del cuerpo?
El sistema cardiovascular suele ser el primero en sentir el impacto. La nicotina aumenta temporalmente la frecuencia cardíaca y la presión arterial y hace que los vasos sanguíneos se estrechen. “Esto supone una tensión inmediata para el corazón y todo el sistema vascular”, afirma el Dr. Pooja. Tras una exposición repetida, incluso en personas por lo demás sanas, esta cepa se vuelve más pronunciada. Fumar también hace que la sangre sea un poco más pegajosa, lo que aumenta el riesgo de formación de coágulos y reduce el suministro de oxígeno a los tejidos.
La capacidad pulmonar se reduce gradualmente y los problemas cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y cánceres son cada vez más probables (Foto: Pexels)Los pulmones, por su parte, también se ven afectados. El humo del cigarrillo irrita el revestimiento de las vías respiratorias, provocando inflamación y producción excesiva de moco. En el transcurso de un mes, esto puede manifestarse como irritación de garganta, tos, opresión en el pecho o dificultad leve para respirar durante la actividad física. “Incluso fumar poco reduce la eficiencia pulmonar”, señala el Dr. Pooja, y agrega que las personas a menudo descartan estos primeros síntomas como estacionales o inofensivos.
Más allá del corazón y los pulmones, el cuerpo experimenta un mayor estrés oxidativo debido a la exposición a sustancias químicas tóxicas del humo del cigarrillo. Esto debilita la inmunidad, retarda la curación y afecta la resiliencia general. La reducción del flujo sanguíneo también puede comenzar a afectar la salud bucal y de la piel, provocando a veces piel opaca, retraso en la cicatrización de las heridas o irritación de las encías.
¿Puede provocar daños permanentes?
Lo tranquilizador es que es poco probable que fumar dos cigarrillos al día durante un mes cause daños permanentes e irreversibles en la mayoría de las personas sanas, siempre que dejen de hacerlo temprano. “Muchos de estos cambios son reversibles si se deja de fumar rápidamente”, afirma el Dr. Pooja. Sin embargo, advierte que incluso la exposición a corto plazo inicia daño celular a nivel microscópico, especialmente en los pulmones y los vasos sanguíneos. Para las personas con asma, enfermedades cardíacas o predisposición genética, los efectos pueden ser más fuertes y duraderos.
Incluso el tabaquismo más leve durante un período muy corto provoca inflamación pulmonar, estrechamiento temporal de los vasos sanguíneos y aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. (Foto: Unsplash)
¿Y si eligieras el cigarrillo ‘más ligero’?
Un error importante reside en la creencia de que los cigarrillos “light”, bajos en alquitrán o con filtro son más seguros. En realidad, el Dr. Pooja explica que los cigarrillos normales, los cigarrillos light, los bidis y el tabaco liado a mano contienen nicotina junto con miles de sustancias químicas nocivas. Los fumadores a menudo inhalan más profundamente o fuman por más tiempo para compensar la reducción de nicotina, exponiéndose a niveles de toxina iguales o mayores. En la India, los bidis en particular pueden liberar más nicotina y monóxido de carbono, lo que aumenta los riesgos para el corazón y los pulmones.
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Fumadores primerizos versus fumadores habituales
La experiencia también difiere marcadamente entre los fumadores primerizos y los habituales. Los fumadores primerizos tienden a sentir los efectos de forma más aguda: mareos, náuseas, palpitaciones, ansiedad, irritación de garganta y dolores de cabeza son comunes porque el cuerpo no se ha adaptado a la nicotina. Los fumadores habituales pueden sentir menos síntomas inmediatos, pero el daño se acumula silenciosamente, aumentando los riesgos a largo plazo de enfermedades pulmonares, cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer.
La conclusión, subraya el Dr. Pooja, es simple: “Ni siquiera fumar ligeramente es inofensivo. El verdadero peligro reside en la rapidez con la que el cerebro se adapta a la nicotina”. Lo que comienza como un pequeño experimento puede convertirse fácilmente en un hábito, y ahí es donde suele comenzar el daño duradero. Dejar de fumar temprano le da al cuerpo la mejor oportunidad de recuperarse por completo.
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Este artículo se basa en información del dominio público y/o de los expertos con los que hablamos. Consulta siempre a tu profesional de la salud antes de iniciar cualquier rutina.








