¿Podrá Francia recuperar sus invaluables joyas de la corona, o es demasiado tarde?

La policía francesa está desesperada por recuperar joyas de valor incalculable robadas del Louvre en un descarado robo a plena luz del día, pero los expertos han advertido que puede que ya sea demasiado tarde para salvarlas.

El domingo, en París, ladrones irrumpieron en el museo más visitado del mundo, robaron ocho objetos valiosos antes de escapar en scooters, en un atrevido atraco que duró unos ocho minutos.

El detective de arte holandés Arthur Brand le dijo a la BBC que temía que las joyas ya “desaparecieran hace mucho”, ya que estaban divididas en cientos de partes.

Es muy probable que las piezas se vendan por una fracción de su valor y se saquen de contrabando de Francia, han dicho otros expertos.

El grupo estaba formado por profesionales, cree Brand, como lo demuestra el hecho de que entraron y salieron del Louvre tan rápidamente.

“Sabes, como persona normal, no te despiertas por la mañana pensando: Me convertiré en ladrón, comencemos por el Louvre”, dijo.

“Este no será su primer atraco”, dijo. “Han hecho cosas antes, otros robos. Tienen confianza y pensaron que podríamos salirnos con la nuestra, y lo hicieron”.

Otra señal de que se está tomando en serio la profesionalidad de la banda es que una unidad policial especializada con un “alto índice de éxito en la resolución de robos de alto perfil” ha recibido el encargo de localizarlos.

Las autoridades han dicho que sospechan que el atraco está vinculado a una red del crimen organizado. Brand dice que eso significa que los perpetradores probablemente tendrán antecedentes penales y serán conocidos por la policía.

La policía dijo el lunes que un chaleco y el equipo dejados en el lugar habían sido enviados para su análisis. Brand sugiere que la evidencia de ADN sería una forma probable de atrapar a los ladrones.

Los grupos del crimen organizado como estos generalmente tienen dos objetivos, dijo la fiscal de París, Laure Beccuau. “Ya sea para actuar en beneficio de un patrocinador, o para obtener piedras preciosas para realizar operaciones de blanqueo de capitales”.

Brand cree que sería imposible vender los artículos intactos y dijo que robar por encargo para un coleccionista privado es algo que sólo ocurre en las películas de Hollywood.

“Nadie quiere tocar una pieza tan caliente”, explicó. “No puedes mostrárselo a tus amigos, no puedes dejárselo a tus hijos, no puedes venderlo”.

Brand cree que los objetos serán desmantelados y divididos, con el oro y la plata fundidos y las gemas cortadas en piedras más pequeñas que serán prácticamente imposibles de rastrear hasta el robo del Louvre.

La historiadora de joyería Carol Woolton, que presenta el podcast If Jewels Could Talk y fue editora de joyería de la revista Vogue durante 20 años, dijo a la BBC que los ladrones habían “escogido cuidadosamente” las piedras preciosas más importantes de la colección del Louvre.

Las “hermosas piedras grandes e impecables” probablemente serían extraídas de sus monturas y vendidas, dijo, excepto la corona de la emperatriz Eugenia, que tiene piedras más pequeñas incrustadas y estaba “demasiado caliente para manipularla”, añadió.

Esto podría explicar por qué se dejó caer durante la fuga, junto con otro artículo, y fue encontrado por las autoridades.

La tiara robada de la emperatriz Eugenia tiene perlas naturales raras y de gran valor, según los expertos.

Si bien se ha descrito que los artículos no tienen precio, Woolton espera que se vendan por una fracción de su valor.

“Acudirán a alguien que esté dispuesto a encargarse de esto”, afirmó. “Todos los buscarán y tomarán lo que puedan conseguir”.

¿Cuánto podrían obtener exactamente en dinero si los vendieran? Cuando se le preguntó sobre el valor potencial del botín, Brand dijo que las piezas cortadas podrían valer “muchos millones”.

Las gemas y el oro robados podrían alcanzar hasta 10 millones de libras esterlinas (11,52 millones de euros; 13,4 millones de dólares), dice Tobias Kormind, director general de 77 Diamonds, un joyero en línea.

Le dijo a la BBC que la pandilla necesitaría un experto calificado para extraer las gemas y un cortador de diamantes profesional para cambiar las piedras más grandes y reconocibles.

Las piedras más pequeñas que no eran fácilmente identificables podían venderse inmediatamente y, aunque era difícil decir el precio exacto de todas las piedras robadas, las más grandes podían valer alrededor de £500.000 cada una, dijo.

“Hay al menos cuatro de ese tamaño, por lo que sumando todos ellos más el oro, probablemente nos acerquemos a los 10 millones de libras”, dijo.

“El mercado de diamantes y piedras preciosas es líquido y hay muchos compradores marginales que no hacen demasiadas preguntas”.

Hay esperanzas de que los artículos puedan reaparecer intactos algún día, pero esas esperanzas se reducen a medida que pasan los días.

Existe un precedente: la exposición Cartier en el Museo V&A presenta una joya robada en 1948 antes de reaparecer en una subasta varias décadas después.

Lo que es seguro es que muchos en Francia están profundamente conmocionados por el atraco al Louvre, ya que han sentido un vínculo emocional con las joyas.

“No necesariamente nos gustan las joyas porque es una cuestión de poder, y eso no necesariamente tiene una buena connotación en Francia”, dijo Alexandre Leger, jefe de patrimonio de la joyería francesa Maison Vever.

“Pero inevitablemente, lo robado te pertenecía tanto a ti como a mí. Pertenece a Francia, por lo que cada uno posee un pedacito de estos objetos, del mismo modo que cada uno posee un pedacito de la Mona Lisa.

“Es como si alguien nos hubiera robado la Mona Lisa… Alguien nos hubiera robado Francia”.

Información adicional de Izumi Yoneyama.