La nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, no pudo contener su emoción mientras saltaba de alegría al escenario mientras compartía protagonismo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a bordo del USS George Washington el martes.El momento llegó cuando Trump la presentó ante una multitud de tropas estadounidenses que la vitoreaban en Tokio y la saludó como “la primera mujer primera ministra en la historia de Japón”. Takaichi apretó el puño y sonrió de alegría.Trump hizo una entrada espectacular a bordo del portaaviones, descendiendo en un elevador gigante flanqueado por aviones de combate y misiles. Elogió al nuevo líder de Japón y dijo durante una recepción de negocios posterior: “Estoy muy feliz de haber conocido a su nuevo Primer Ministro. Creo que va a quedar genial”. Añadió: “Ella tiene todo nuestro apoyo”.Más temprano ese mismo día, Takaichi devolvió el cumplido y dijo que nominaría a Trump para el Premio Nobel de la Paz del próximo año.Trump se dirigió a las tropas, haciendo alarde de las capacidades militares estadounidenses. “Nadie fabrica equipos como nosotros. Nadie fabrica las municiones, las armas, los misiles, los aviones, nada de eso”, dijo a la multitud. “Y si lo hacen, el marinero estadounidense está dispuesto a aplastarlos, hundirlos, destrozarlos y enviarlos al olvido, ¿verdad?”Al darse cuenta de su tono fogoso, Trump añadió en tono de broma: “Es una declaración terrible. Eso me deja fuera de la carrera (para el Premio Nobel de la Paz)”.El presidente continuó llamando a las tropas “gente increíble, gente guapa, demasiada gente guapa”. Y añadió: “No me gusta la gente guapa. Nunca me gustó la gente guapa, seré honesto contigo. Nunca lo había admitido antes”.Takaichi, un protegido del fallecido Shinzo Abe, ha estado estrechamente alineado con el estilo político de Trump. Su relación fue clara durante todo el día, y Trump incluso la llamó “una ganadora”.















