En la ciudad alemana de Gundremmingen se han derribado dos torres de refrigeración de una central nuclear que formaba parte del paisaje desde 1980.
Espesas nubes de humo blanco y polvo se elevaron en el aire cuando las torres se derrumbaron durante una demolición controlada con explosivos.
La planta nuclear ha estado fuera de servicio durante cuatro años y su demolición forma parte del proceso de eliminación gradual de la energía nuclear en Alemania.














