Incluso con 800 mil millones de dólares, SpaceX se habría convertido en la empresa privada más valiosa del mundo, superando a OpenAI, según analistas del banco de inversión Morgan Stanley, quienes tomaron estos informes de los medios lo suficientemente en serio como para justificar su propio informe para inversionistas.
SpaceX alcanzaría el puesto 13 en el S&P 500 de Wall Street.
Esta imagen de una transmisión en vivo de SpaceX en agosto muestra la décima misión Starship aterrizando en el Océano Índico.Crédito: AP
Si esta valoración está justificada es otra cuestión completamente diferente.
SpaceX tiene un buen negocio generador de ingresos llamado Starlink, que utiliza una constelación de satélites que brindan conectividad a Internet para consumidores y empresas de telecomunicaciones, incluida Telstra.
Pero no es lo suficientemente grande como para justificar un valor de mercado de billones.
Musk, que aún no ha logrado comercializar los planes de Tesla para los vehículos autónomos o la creación de un ejército de robots, tiene ambiciones disparatadas para que SpaceX entregue centros de datos espaciales.
Usando su plataforma de redes sociales X, Musk comentó sobre la futura entrada planificada de SpaceX en los centros de datos orbitalesdescribiéndolos como “con diferencia, la forma más rápida de escalar (computar) en 4 años porque ya es difícil encontrar fuentes fáciles de energía eléctrica en la Tierra”.
Tiene razón.
Morgan Stanley señala que “si bien los centros de datos espaciales enfrentan una serie de desafíos (desechos orbitales, gobernanza de datos, etc.), las nubes de computación orbital a escala también tienen una serie de beneficios frente a los centros de datos tradicionales que van desde energía (reciben constante solar completa en el espacio) hasta enfriamiento (el espacio es -270°C) y latencia reducida para el creciente (mercado total direccionable) de dispositivos de borde frente a rutas terrestres de larga distancia”.
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Musk no está solo en estas elevadas ambiciones: hay varias empresas de tecnología, incluidas Google, cuyo Proyecto Suncatcher tiene como objetivo construir constelaciones de satélites alimentados por energía solar que lleven su hardware TPU (chip de IA) personalizado para que sirva como centros de datos informáticos/de IA basados en el espacio.
Nvidia se está posicionando para la frontera de los centros de datos orbitales al suministrar GPU (unidades de procesamiento de gráficos) de alto rendimiento y otra infraestructura crítica.
Pero hay muchas ideas gigantes que caen a la Tierra cuando los aspectos prácticos chocan con ellas.
Musk ha demostrado ser el mayor vendedor del mundo. Veamos si puede mejorar eso expandiendo ese título al de mejor vendedor del universo.












