El experimento ultraderechista argentino se mide con la oposición en las elecciones legislativas de este domingo. El presidente Javier Milei llega a esta cita electoral en medio de la dimisión de dos ministros, turbulencias en los mercados y el escándalo de un candidato que debió renunciar acusado de vínculos con el narco. Ni el rescate financiero de EEUU ha logrado aplacar la volatilidad con el dólar y Donald Trump ha advertido a su aliado: “Si pierde las elecciones, no vamos a ser generosos con Argentina”.
Después de 22 meses de Gobierno, Milei se enfrenta a un desafío clave en unos comicios en los que 36,4 millones de ciudadanos habilitados para votar pueden elegir a 127 diputados de 257 en la Cámara Baja y a 24 de 72 senadores. “Les venimos pidiendo que no aflojen, que esta vez el esfuerzo vale la pena, no nos quedemos a mitad de camino”, dijo el presidente ultra en el cierre de campaña en Rosario. Milei acusó al Congreso de ser “destituyente”. “Cuando arrancó este año y la economía venía a todo vapor, empezaron a poner en marcha la máquina de impedir. A pesar de ello, y un Congreso destituyente, hoy llegamos a las elecciones de pie y a partir de este domingo va a cambiar en serio la Argentina”, indicó.
Estas elecciones no solo impactarán en la capacidad del partido gobernante para continuar con el plan ultraliberal de la motosierra al gasto público, sino que tendrán un impacto significativo en la economía del país. La representación parlamentaria propia es minoritaria, producto del poco más del 30% que Milei sacó en la primera vuelta de las elecciones presidenciales (que se celebraron junto a legislativas) de 2023. El Ejecutivo aspira a poder alcanzar al menos el tercio que necesita en ambas cámaras para defender los vetos que Milei ha aplicado al aumento de las pensiones y el presupuesto para los hospitales y universidades públicas, entre otras leyes cruciales.
Disputas internas
El presidente ultraderechista planeaba hacer cambios de gabinete tras la cita electoral, pero en la recta final han renunciado el canciller, Gerardo Werthein, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
La salida de ambos altos cargos ocurre en medio de las disputas en La Libertad Avanza (LLA). El pequeño partido gobernante se registró en las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires: en ocho y ésta, la capital argentina, LLA comparte papeleta con el PRO, la fuerza conservadora fundada por Mauricio Macri que gobierna la Ciudad de Buenos Aires desde 2007. La formación tradicional de centroderecha Unión Cívica Radical (UCR) se presenta en algunas provincias junto a LLA y en otras sola.
Así como Milei nos ganó en 2023 en parte por un voto enojado, ahora pasa lo mismo pero al revés
Jorge Taiana
— Candidato de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires
En el partido de Milei intentan mostrarse confiados para este domingo, a pesar de las crisis acumuladas y la merma de apoyo a raíz de escándalos de corrupción que lo han salpicado junto a su hermana Karina Milei –la estafa con la criptomoneda $LIBRA y el caso de sobornos en la compra pública de medicamentos– y de recortes en áreas sensibles como discapacidad. Pendientes están las reformas laboral, impositiva y previsional, a las que se oponen amplios sectores de la población.
Un revés electoral reciente
Se especula sobre el apoyo que tendrá Fuerza Patria, el frente electoral que agrupa al peronismo y partidos de centroizquierda. Existe un precedente muy cercano que genera optimismo en este espacio opositor: en septiembre, arrasó en las legislativas de la provincia de Buenos Aires por 14 puntos. Se trata de un bastión del peronismo, que concentra el 37% del electorado. Tal resultado dejó en evidencia un descontento social por el deterioro del nivel de vida y la amenaza a derechos adquiridos como la sanidad y la educación públicas. El revés electoral para Milei no fue anticipado por ninguna encuestadora, que para este domingo ubican al partido gubernamental con una leve ventaja.
El peronismo busca resurgir tras la derrota en las presidenciales de hace dos años y con la mira puesta en 2027. Jorge Taiana, excanciller y principal candidato de Fuerza Patria en la lista de la provincia de Buenos Aires, se muestra esperanzado. “Así como Milei nos ganó en 2023 en parte por un voto enojado, creo que ahora pasa lo mismo pero al revés. El Gobierno es un desastre, con gente muy poco preparada y con una serie de proyectos fantasiosos que están arruinando el país”, aseguró en declaraciones a los medios.
Milei ha mantenido un dólar artificialmente barato para que lo voten en estas elecciones
Ricardo Aronskind
— Economista e investigador económico
Precisamente en Buenos Aires, el que era el candidato principal de LLA, José Luis Espert, renunció acusado de vínculos con un empresario detenido por narcotráfico y que será extraditado a Estados Unidos. Su dimisión hace dos semanas no evitó que la cara de Espert figurara en las papeletas de la provincia.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich, candidata a senadora nacional de LLA por la Ciudad de Buenos Aires, venía pidiendo explicaciones a Espert por sus vínculos con el empresario Federico “Fred” Machado, acusado de narco. Sin embargo, la titular de Seguridad cambió de estrategia en el último tramo de la campaña y salió a respaldarlo públicamente, tal como hizo el presidente Milei.
Por otro lado, la coalición Provincias Unidas se presenta como una tercera vía al eje peronismo-mileísmo, liderada por seis gobernadores –disidentes peronistas o de origen de la UCR–, cuya fuerza se basa en provincias como Córdoba, Santa Fe, Chubut, Jujuy, Corrientes y Santa Cruz. La oferta electoral se completa con el Frente de Izquierda y Unidad (Fit), una alianza de partidos de izquierda.
Ayuda de Trump (condicionada)
La reciente firma de un acuerdo de intercambio de monedas por 20.000 millones de dólares entre Argentina y Estados Unidos no ha logrado desactivar la urgencia de los argentinos por comprar dólares, ante los temores de una mayor depreciación de la moneda tras el test electoral.
Para mantener el dólar entre bandas (que fluctúe entre 1.000 y 1.400 pesos), el Banco Central ha tenido que intervenir en el mercado de divisas y el Ejecutivo ultra ha pedido dinero al Tesoro de Estados Unidos. Si bien Trump y el titular del Tesoro, Scott Bessent, confirmaron el rescate para Argentina, también condicionaron el futuro auxilio al veredicto en las urnas, lo que provocó más volatilidad en los mercados.

Ricardo Aronskind, economista e investigador económico, señala a elDiario.es que Milei ha llevado al país a una situación insostenible con la meta en las legislativas. “Es un tipo de cambio completamente falso, que no se puede mantener en el tiempo. Milei ha mantenido un dólar artificialmente barato para que haya una serie de bienes que les resulten baratos a los argentinos para que lo voten en estas elecciones y poder seguir con su plan de reformas estructurales. La derecha construyó la idea de que solo los gobiernos peronistas son demagógicos. Pero Milei lo es”.
“Un dólar razonable es el que te permite un comercio exterior equilibrado. Cuando a la gente le empieza a resultar más barato importar ropa de China, con las nuevas aplicaciones, que comprar ropa producida en el país entonces ahí hay un problema cambiario evidente”, dice. “A eso hay que sumarle otro elemento que es el turismo. Lo ideal sería que nosotros podamos salir al exterior, pero que también vengan muchos turistas a Argentina. El desequilibrio es enorme, porque, para los turistas, Argentina es cara, y para los argentinos que tienen buenos ingresos, el extranjero es barato. Hasta ahora hice la cuenta solamente con el comercio internacional, pero si se le agrega que Argentina tiene vencimientos de deuda, que son dólares, eso tendría que llevar a tener un tipo de cambio todavía más alto”.
El respaldo de Washington suena extraño en un país que ocupa puestos altos en encuestas internacionales sobre el rechazo a la influencia de Estados Unidos. “Argentina está luchando por su vida. Están muriendo”, dijo Trump esta semana cuando se le preguntó por qué está gastando fondos en el país sudamericano en lugar de los agricultores de EEUU.
Milei ha presentado estas elecciones como un plebiscito sobre su Gobierno, y ha reivindicado como logros el superávit fiscal y la bajada de la inflación, que se ubica en un 2,5% mensual. Según voces expertas, se ha conseguido a costa del desmoronamiento de la actividad económica interna, que se acentuó en estos últimos meses.
El gran interrogante que ese abre es si los argentinos emitirán su voto pensando en evitar el resurgimiento del peronismo o si, por el contrario, buscarán poner un freno a la motosierra y la interferencia de Trump.















