El museo del Louvre ha sido objeto este domingo por la mañana de un atraco. En solo siete minutos, un grupo de ladrones ha robado nueve joyas de la galería Apolo del famoso museo parisino, pero perdió una de ellas en su escapada. Las piezas tienen un “valor patrimonial e histórico inestimable”, según ha explicado el ministro francés del Interior, Laurent Núnez, en una emisora de radio francesa. No ha habido ningún herido, pero el incidente ha obligado a cerrar las instalaciones para toda la jornada.
Entre las 9:30 y las 9:40 de la mañana, los cuatro ladrones han llegado en moto al museo, situado en el centro de París. Han utilizado un montacargas para acceder al museo —“una plataforma elevadora colocada sobre un camión”, según ha comunicado el ministro— y han roto las ventanas de la galería Apolo. Los ladrones estaban equipados con pequeñas sierras o radiales con los que han cortado el vidrio de los ventanales, según informan la agencia AFP y el diario El parisino. Una vez dentro de la sala, han robado nueve piezas de la colección de joyas de Napoleón III y la emperatriz Eugenia de Montijo y han huido con sus scooters.
El botín sustraído consistía en una diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; un collar del conjunto de zafiro de las mismas reinas; un pendiente de ese mismo conjunto; un collar de esmeraldas de la reina María Luisa; un par de pendientes de esmeralda de María Luisa; un broche; una diadema de la emperatriz Eugenia y un broche de la misma emperatriz.
La policía encontró después una de las joyas robadas en las inmediaciones del museo, dañada, según ha confirmado la ministra de Cultura francesa, Rachida Dati. Se trataba de la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, compuesta por 1.354 diamantes y 56 esmeraldas, de acuerdo a la descripción de la web del propio museo. Según la ministra, los ladrones eran un grupo de “profesionales”.
“Todo esto muestra una preparación”, ha expresado la fiscal de París, Laure Beccuau, en una entrevista al canal BFMTV en la que, aunque no quiso descartar que se trate de una operación de injerencia extranjera, puntualizó que “no es la hipótesis privilegiada”.
Como escenarios más probables, la responsable de la investigación ha señalado que el robo puede tener su origen en un encargo de un coleccionista, pero también puede ser para vender por separado las piedras preciosas que contienen las joyas.
“Tengo una gran confianza en que muy rápidamente encontremos a los autores y sobre todo los bienes robados”, ha afirmado el ministro del Interior a France Inter. Las primeras investigaciones apuntan a que los delincuentes habían estudiado previamente la zona y el forma de trabajar a seguir.
Las autoridades han abierto una investigación por robo en banda organizada y asociación ilícita con fines delictivos, que ha sido encomendada a la Brigada de Represión de Bandas (BRB) de la policía judicial parisina y a la Oficina de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC), según ha precisado la fiscalía y recoge el periódico El mundo. Las primeras investigaciones apuntan a que los delincuentes habían estudiado previamente la zona.
“Es impactante”, ha declarado el alcalde del centro de París, Ariel Weil. “Está claro que estamos ante Arsène Lupin”, ha expresado, en referencia al ladrón de ficción que creó Maurice Leblanc. “Hasta ahora, ha sido un guion cinematográfico. Cuesta imaginar que parezca tan fácil robar en el Louvre”, ha lamentado después. El cierre inesperado del recinto está causando además un “grave problema de orden público” en la zona, que cada año visitan millones de turistas, nueve millones en 2024, el 80% de ellos extranjeros.
Varios museos franceses han sido recientemente objeto de robos y atracos, lo que ha puesto de manifiesto posibles fallos en los sistemas de protección y vigilancia.