Si alguna vez ha experimentado acné en adultos, será útil comprender las causas principales antes de pensar en el tratamiento. La dermatóloga Dra. Cara McDonald explica que, en la mayoría de los casos, entran en juego múltiples y complejos factores. “Normalmente, las fluctuaciones hormonales influyen, pero el estrés, la dieta y la genética también pueden contribuir”, afirma. “En muchos casos, hay factores ambientales o externos, como un cuidado de la piel o un maquillaje inadecuados, que también contribuyen al problema”.

El acné en adultos suele ser inflamatorio y motivado por hormonas.Crédito: Imágenes falsas

Las opciones de tratamiento pueden variar y las cosas que funcionaron en nuestra piel adolescente pueden no ser tan efectivas más adelante en la vida. “En general, el acné adolescente es el resultado de glándulas sebáceas hiperactivas y obstrucciones dentro de los poros, por lo que los tratamientos como los retinoides y el peróxido de benzoilo se centran en el control de la grasa y en desbloquear los poros”, dice McDonald. “Sin embargo, el acné en adultos suele ser inflamatorio y hormonal, y aparece como protuberancias más profundas y sensibles en la parte inferior de la cara. Aquí el tratamiento debe centrarse más en reducir la inflamación”.

Por eso es importante consultar a un dermatólogo. “El acné de cada persona es diferente e idealmente la rutina de cuidado de la piel debe adaptarse a cada persona, dependiendo de su edad, tipo de piel y gravedad del acné”, dice McDonald.

Aún así, hay muchas cosas que puedes hacer a nivel preventivo para ayudar a mantener a raya los brotes. Proteja la piel diariamente con un SPF 50+ y manténgala hidratada para ayudar a reducir la inflamación. Una rutina suave de cuidado de la piel es un buen comienzo, pero luego se pueden utilizar ingredientes activos para combatir la congestión y la inflamación problemáticas.

Un ingrediente clave que puede ayudar es el ácido salicílico. Es un queratolítico, lo que significa que promueve la caída de las capas externas de la piel y rompe los enlaces entre las células muertas de la piel para evitar que se formen obstrucciones en los poros. También promueve la renovación celular para ayudar a reparar el colágeno. Otro es el ácido beta-lipohidroxi (LHA), que tiene una acción queratolítica suave además de ser antibacteriano y antiinflamatorio. Los alfa hidroxiácidos (AHA), incluidos el ácido glicólico, el ácido cítrico y el ácido láctico, ayudan a aumentar la renovación celular, mientras que el ácido hialurónico aumenta la hidratación.

Cargando

McDonald también valora el zinc, que actúa como antiinflamatorio y regula la producción de sebo, mientras que la niacinamida (vitamina B3) “tiene una potente acción antiinflamatoria, es antioxidante y también aumenta la hidratación de la piel y ayuda a reparar la función de barrera cutánea”.

El arma final en la lucha contra el acné es el retinol, derivado de la vitamina A, que regula la renovación celular y ayuda a reducir las obstrucciones, además de aumentar la producción de colágeno para ayudar a disminuir las cicatrices.

Todos estos combatientes activos del acné pueden causar irritación, así que asegúrese de buscar asesoramiento profesional antes de comprar cualquier producto. “Es importante asegurarse de que el acné activo se trate primero y luego abordar las cicatrices una vez que los brotes estén bajo control”, dice McDonald.

Fuente