El Pentágono informó que recibió una donación anónima de $130 millones de dólares que utilizará para seguir pagando a las tropas mientras continúe el cierre gubernamental, que está cerca de cumplir su primer mes. Sin embargo, la medida generó nuevos debates sobre la legalidad de esta donación y las implicaciones éticas que surgen de este inusual acto de filantropía.
Al respecto, el presidente Donald Trump anunció simplemente que un amigo había ofrecido el regalo para sufragar parte del déficit.
El portavoz del Departamento de Guerra, Sean Parnell, informó en un comunicado publicado el viernes que la donación es legalya que se considera como entre los lineamientos de la ‘autoridad general de aceptación de obsequios’. “Agradecemos la ayuda de este donante después de que los demócratas optaran por retener el pago a las tropas”, dijo.
La donación tiene como única condición que se utilice para compensar los salarios y beneficios de los miembros del servicio activo para los siguientes días en que se extienda el cierre gubernamental.
“Eso es lo que yo llamo un patriota”, dijo Trump durante un evento en la Casa Blanca el jueves cuando reveló el pago, pero se negó a revelar el nombre del donante, a quien llamó “un amigo mío”, que no quería el reconocimiento.
Una donación polémica y, posiblemente ilegal
Sin embargo, la aceptación de la donación generó polémica en redes sociales debido a que resulta inusual e incluso podría incurrir en una violación a la ley Antideficiencia, que prohíbe a las agencias federales gastar dinero en exceso de las asignaciones del Congreso o aceptar servicios voluntarios.
Pese a lo cuantiosa que resulta esta cifra, en realidad es una pequeña contribución para intentar cubrir los salarios de los militares. El Pentágono aún no explica cómo utilizará esta donación, para intentar cubrir el sueldo para 1.3 millones de soldados que actualmente se encuentran en servicio activo, de acuerdo con datos del Congreso.
Este año, la Administración Trump solicitó unos $600,000 millones de dólares cubrir sus salarios. Mientras que el gobierno informó al Congreso la semana pasada que utilizó $6,500 millones para cubrir la nómina y no está claro si la administración volverá a transferir fondos para garantizar que los militares no se queden sin compensación.
“Eso es una locura”, dijo Max Stier, presidente y director ejecutivo de Partnership for Public Service, una organización civil centrada en monitorear el desempeño del gobierno federal. “Se trata del pago de nuestros servicios uniformados como si alguien pagara la cuenta del bar”condenó y cuestionó la legalidad de la donación por su falta de transparencia.
La reglamentación del Pentágono establece que las autoridades “deben consultar con su funcionario de ética correspondiente antes de aceptar un obsequio con un valor superior a $10,000 dólares para determinar si el donante está involucrado en algún reclamo, acción de adquisición, litigio u otros asuntos particulares que involucren al Departamento y que deban considerarse antes de aceptar el obsequio”.
El cierre gubernamental se prolonga y ya es el segundo más largo en la historia
Al momento, no está claro si el gobierno podrá transferir dinero nuevamente la próxima semana a medida que aumentan las tensiones por el cierre prolongado del gobierno.
Tras confirmarse el cierre de Gobierno, el 1 de octubre de este año, Trump firmó una orden ejecutiva que ordenaba al Pentágono utilizar fondos de investigación y desarrollo por $8,000 millones para cubrir salarios de las tropas. Sin embargo, el líder republicano, Mike Johnson, entre otros legisladores, advirtieron que la transferencia de fondos era una medida temporal que no solucionaría el problema si los partidos no aprobaban un proyecto de financiamiento provisional.
Hasta este sábado, el cierre de Gobierno se extiende por su día 25 y ya se ha convertido en el segundo más largo de la historia del paísmientras se confirma que continuará por lo menos durante la próxima semana y este viernes fue el primer día que miles de funcionarios federales dejaron de percibir su cheque por primera vez desde el 10 de octubre
El Congreso se encuentra en un punto muerto por el cierre gubernamental, que se encamina a convertirse en uno de los cierres federales más largos de la historia. Ni los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes y el Senado, ni los demócratas, en minoría, están dispuestos a ceder en su disputa sobre el financiamiento para la atención médica para los migrantes.
El pago a los militares es también una preocupación clave entre los legisladores de ambos partidosademás de un punto de influencia política.
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