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Junts: No se entiende nada

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No se entiende muy bien por qué Junts se siente en la necesidad de recordarlo una vez sí y otra también y, además, de la manera más antipática posible. Y por duplicado, desde Bruselas y desde Madrid

La noche del 23J de 2023 todo el mundo supo que la investidura de Pedro Sánchez dependía de los siete escaños de Junts. Había sido el peor resultado de Junts en unas elecciones generales, que venía después del peor resultado en las últimas elecciones catalanas. Pero la composición del Congreso de los Diputados le proporcionó a Junts una fuerza para aprobar la investidura de Pedro Sánchez equiparable a la que tuvo Convergencia y Unió en 1996 para la investidura de José María Aznar. 

Hay un paralelismo más entre 1996 y 2023. En 1996 Convergència i Unió y el PNV hicieron presidente del Gobierno a José María Aznar, pero podían haber hecho presidente a Felipe González. La composición del Congreso de los Diputados posibilitaba ambas opciones. En 2023 también se podía haber aprobado la investidura de Alberto Núñez Feijóo en lugar de la de Pedro Sánchez.

Se trata de un paralelismo incompleto, ya que en 1996 CiU únicamente tenía que pactar con el PP, mientras que en 2023 hubiera tenido que hacerlo también con Vox. Pero con los siete escaños de Junts las derechas españolas hubieran podido formar Gobierno. 

Esto se sabe desde el 23J de 2023. No se entiende muy bien por qué Junts se siente en la necesidad de recordarlo una vez sí y otra también y, además, de la manera más antipática posible. Y por duplicado, desde Bruselas y desde Madrid.

Y no se entiende muy bien, porque, ahora, en este lunes 27 de octubre, la permanencia de Pedro Sánchez en la presidencia del Gobierno no depende exclusivamente de los siete escaños de Junts, como ocurrió en la investidura. Junts necesitaría previamente ofrecer sus siete escaños a Alberto Núñez Feijóo para que presentara una moción de censura, ya que el presidente Sánchez ha anunciado que no piensa disolver porque Junts anuncie la retirada de la confianza en el Gobierno. 

El 23J de 2023 Junts podía jugar con un margen de maniobra con el que ahora no puede. Le bastaba con decir no o incluso abstenerse en la votación de investidura de Pedro Sánchez sin tener que decir a continuación sí en la de Alberto Núñez Feijóo, ya que en la segunda votación es suficiente la mayoría simple y Feijóo la tendría con la abstención de Junts. Pedro Sánchez no, pero Alberto Núñez Feijóo sí. Ahora ya no es posible, ya que la moción de censura exige para su aprobación en todo caso la mayoría absoluta. Sin el apoyo expreso de los siete escaños de Junts, Alberto Núñez Feijóo no puede ser presidente del Gobierno.

Llegados a este punto, se impone el interrogante de qué rendimiento espera obtener Junts con esta toma de posición. Es más que probable que una exigencia por parte de Junts de que el presidente del Gobierno presentara una cuestión de confianza, que sería apoyada por la mayoría del Congreso de los Diputados, dificultaría en extremo la continuidad de la legislatura.

Pero no se entiende en qué beneficiaría a Junts la convocatoria de elecciones generales de manera inmediata. Por lo que indican todos los estudios de opinión, Junts no se encuentra en su mejor momento. El debate de la moción de censura, presumiblemente, lo colocaría en una posición todavía más comprometida. ¿Con qué programa se presentaría a las elecciones generales tras haberse abrazado al PP y Vox en un debate televisado en directo?

La trayectoria de Junts no se entiende. Abrir la posibilidad de que se celebren elecciones generales cuando todavía no están resueltos todos los flecos de la ley de amnistía y cuando se está ampliando la perspectiva de la negociación del reconocimiento del catalán en el Parlamento Europeo, es la peor de las alternativas posibles para el nacionalismo catalán. Son asuntos en los que se puede retroceder e incluso quedar cancelados por tiempo indefinido.

En mi opinión, la ley de amnistía acabaría superando todos los obstáculos, pero del reconocimiento del catalán habría que olvidarse prácticamente para siempre.

Veremos.

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