El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha rechazado un millón y medio de euros del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para programas de investigación porque le parece que la cantidad ofrecida “es completamente insuficiente” y además el programa que la articula no responde a las “necesidades” de Madrid, según le ha comunicado el Ejecutivo regional al Ministerio mediante dos cartas.
El Plan Complementario de Transferencia es un proyecto por el que Ciencia cofinancia “acciones de I+D+I que tengan objetivos comunes” entre administraciones y con la participación de empresas en el que Madrid ha participado en otras convocatorias. Las entidades destinatarias son organismos como universidades o centros de investigación.
El Ejecutivo madrileño comunicó al Ministerio el pasado mes de julio por carta que no tenía intención de participar en el plan complementario. “Una vez estudiadas las condiciones de financiación ofrecidas por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) a la Comunidad de Madrid para su participación en el Plan Complementario de Transferencia, así como el planteamiento del mismo, con una fase de selección de consorcios (supra-ecosistemas) y otra fase para la realización de proyectos de transferencia de conocimiento, nos hacen renunciar a la participación”, escribía en una escueta carta Marina Villegas Gracia, directora general de Investigación e Innovación Tecnológica.
A continuación, argumentaba que es poco dinero “para el potencial en transferencia de conocimiento demostrado por las entidades de la Comunidad de Madrid” y que el Plan Complementario “no se ajusta a las necesidades y organización de la transferencia que necesita”, una cifra que no especifica. Un portavoz del Gobierno regional ha explicado además a este periodico que es una “cantidad muy por debajo de la prevista para otras comunidades pese al fuerte potencial demostrado por la región en transferencia de conocimiento”.
Un segundo rechazo
Pese a todo, el Ministerio continuó con el trámite, para sorpresa de la Comunidad, que se lo hizo saber a través de una segunda misiva en septiembre. “Dado este conocimiento (del Ministerio respecto a la renuncia inicial del Gobierno regional) nos sorprende que entidades de la Comunidad de Madrid tengan la posibilidad de ser elegibles en la convocatoria”, escribe la directora general de Investigación e Innovación Tecnológica del Ejecutivo madrileño.
“Además de sorprendernos (…) no entendemos el mecanismo por el cual las entidades públicas de la Comunidad de Madrid podrán participar en cualquiera de las fases del Plan cuando la Comunidad de Madrid no va a participar en el mismo y, por tanto, no va a proveer de la financiación que necesitarían”, continúa la segunda carta mientras va subiendo el tono. “Reiteramos con este escrito la intención de la Comunidad de Madrid de NO PARTICIPAR (las mayúsculas son de la carta) en el Plan Complementario de Transferencia”, y reitera los argumentos ofrecidos en la primera misiva. La primera carta finalizaba con “un cordial saludo”, la segunda no incluye despedida alguna.
Actualmente, el programa financia, con fondos de anteriores convocatorias, cinco investigaciones –según la web del ministerio, cuatro según la Comunidad– en las que participan organismos de la Comunidad de Madrid, como el Plan de Astrofísica y física de altas energías, que abordará tecnologías avanzadas para la exploración del universo y sus componentes, en el que participan Catalunya, Andalucía, Cantabria, Comunitat Valenciana, Aragón, Illes Balears y la propia Comunidad de Madrid; o el Plan de Materiales avanzados en el que trabaja la Universidad Complutense, que tiene como objeto los materiales con funcionalidades avanzadas para la nueva transformación tecnológica.
El Gobierno regional se hará cargo de estos planes, hasta ahora cofinanciados por ambas administraciones, según ha explicado un portavoz del Gobierno regional.
El Gobierno que dirige Isabel Díaz Ayuso está convirtiendo en habitual rechazar participar en programas que impliquen colaborar con el Gobierno central. Hace cuatro años también declinó dos millones de euros del Ministerio de Educación para el programa PROA+, destinado a prevenir el fracaso escolar y el abandono temprano, sin dar ninguna explicación. “A la vista del desarrollo del programa y de la participación de los centros”, la Comunidad de Madrid “no participará”, se limitó a decir entonces, también por carta.
Hace menos tiempo, a finales del año pasado, la presidenta regional y la ministra Diana Morant tuvieron un fuerte enfrentamiento público porque Madrid tampoco quería formar parte del programa María Goyri, por el que el Ministerio cofinancia la contratación de un millar de profesores para las universidades públicas. El Gobierno regional madrileño justificaba entonces su rechazo en que esa figura de profesores no era la que necesitaban las universidades y además porque le obligaba a asumir el gasto una vez se retire el Ministerio, en seis años. Finalmente, presionada en público por los rectores, Ayuso aceptó firmar.
El último episodio sucedió el pasado jueves, cuando el consejero, Emilio Viciana, anunció que Madrid no participará del grupo de trabajo que va a crear el Ministerio de Universidades para negociar con las comunidades cómo llegar al 1% del PIB en inversión en sus campus públicos, como establece la ley. Según Viciana, esa disposición de la LOSU es “un desastre” que ignora las particularidades de las universidades y las regiones y, de nuevo, “se lo carga todo a las comunidades autónomas” (el gasto universitario corresponde a los Ejecutivos regionales, que tienen las competencias en educación).















