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MADRID, 28 de octubre (EUROPA PRESS) –
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado este lunes la suspensión del acuerdo energético con Trinidad y Tobago acusando a la primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, de amenazar con convertir a su país en “el portaaviones del imperio estadounidense contra Venezuela”, ante la realización de ejercicios militares de Estados Unidos en Trinidad y Tobago y el anuncio de Trump de ataques en tierra contra el narcotráfico.
“He aprobado la medida cautelar de suspensión inmediata de todos los efectos del acuerdo energético y de todo lo convenido en esa materia”, ha anunciado Maduro en televisión, durante su programa “Con Maduro +”, acerca del denominado Marco de Cooperación Energética entre Trinidad y Tobago y Venezuela.
El mandatario venezolano ha razonado su decisión como respuesta a “la amenaza de la primera ministra de convertir a Trinidad y Tobago en el portaaviones del imperio estadounidense contra Venezuela (y) contra Sudamérica”, en alusión a los ejercicios militares entre Washington y Puerto España que han comportado la llegada a aguas trinitenses del buque de guerra ‘USS Gravely’, de manera paralela al despliegue del mayor portaaviones norteamericano, el ‘USS Gerald R. Ford’, justificado éste con la lucha contra organizaciones dedicadas al narcotráfico en aguas del Caribe.
Maduro ha explicado que se trata de una medida “cautelar”, pero ha anunciado también que ha elevado la cuestión al Consejo de Estado, al Tribunal Supremo de Justicia y a la Asamblea Nacional a fin de implementar una medida “estructural” que tendría “mayor profundidad”. Mientras se desarrolla ese proceso, “suspendido todo”, ha aseverado acerca del acuerdo.
Asimismo, ha asegurado que lo que está buscando Estados Unidos con sus operaciones en el Caribe “es el petróleo, el gas y el oro de Venezuela”. Con todo, ha afirmado que su país cuenta hoy por hoy con “el apoyo, la solidaridad y la comprensión de la opinión pública del mundo entero”. “En este mundo no hay nadie que apoye estas acciones temerarias, guerreristas, de amenaza a un pueblo pacífico”, ha agregado.
La medida ha sido propuesta este mismo lunes por la vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, bajo la misma justificación expuesta por Maduro. A ella ha respondido Persad-Bissessar, antes del anuncio oficial de la suspensión del acuerdo, afirmando al portal trinitense Newsday que el futuro del país “no depende de Venezuela y nunca lo ha hecho”, ya que su Gobierno tiene “planes y proyectos para impulsar nuestra economía, tanto en el sector energético como en el no energético”.
“Por lo tanto, no somos susceptibles a ningún chantaje de los venezolanos para obtener apoyo político”, ha declarado la dirigente, que, aun así, ha defendido que su Ejecutivo mantiene “relaciones pacíficas con el pueblo venezolano”. “No hay tensiones”, ha llegado a manifestar, preguntada por si el diálogo podría resolver el enfrentamiento entre ambos gobiernos.















