ČOI inspeccionó a un vendedor de pirotecnia durante un evento conjunto con la Administración Estatal de Minería de la República Checa. En una tienda se ofrecía y vendía una cantidad de pirotecnia mucho mayor de lo que permite la ley. “Debido a la cantidad inadmisible de productos pirotécnicos, podría existir una amenaza inmediata para la salud y la seguridad. Por eso hemos ordenado cierre del establecimiento por el plazo de los dos días siguientes de venta y notificación de esta medida al inspeccionado. Está obligado a solicitar una solución e informarnos al respecto sin demoras innecesarias”, afirmó el director central de ČOI, Jan Štěpánek.

Los inspectores comenzaron la inspección el lunes por la tarde con una compra de inspección en colaboración con un ayudante de menores. Además de comprobar el cumplimiento de la prohibición de vender a personas menores de lo que permite la ley, ČOI está comprobando otras conclusiones. “Sobre esta base, por el momento no se descarta una solución en el marco de un proceso penal”, añadió Karel Mojžíš, director de la inspección regional de ČOI para Praga y la región de Bohemia Central.

Durante la campaña de inspección del año pasado, inspectores de todo el país llevaron a cabo casi doscientas inspecciones entre el 11 de noviembre y el 31 de diciembre y detectaron errores en más de la mitad de ellas.

A partir de este mes se aplican normas más estrictas a la venta de productos pirotécnicos. La pirotecnia no se puede vender fuera de las tiendas físicas, es decir, en mercados o puestos, a excepción de la categoría F1, que está disponible a partir de los 15 años e incluye, por ejemplo, golpear bolas. Los vendedores deben asegurarse de que sólo aquellos que cumplan el límite de edad requerido puedan comprar pirotecnia y, para algunas categorías, también deben comprobar su competencia profesional, tanto en el momento de la venta como en el momento de la entrega.

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