“’TRUMP NO ESTABA EN LA BOLETA Y EL CIERRE FUERON LAS DOS RAZONES POR LAS QUE LOS REPUBLICANOS PERDIERON LAS ELECCIONES ESTA NOCHE’, según los encuestadores”, escribió. No identificó a los encuestadores en cuestión.
Además, ¿en serio? Los demócratas tenían su propio razonamiento –Hakeem Jeffries, el líder demócrata en la Cámara de Representantes, dijo que los resultados reflejaban el fracaso de los republicanos a la hora de gestionar el coste de la vida–, pero seguramente la razón principal por la que les fue bien es que los estados involucrados en las elecciones más importantes fueron Nueva York, Nueva Jersey, Virginia y California. Ninguno de ellos votó por Trump en 2024. Y tanto Virginia como Nueva Jersey tienen un historial de elegir gobernadores del partido que no está en la Casa Blanca.
Para ser justos, si eres demócrata, estás mirando los márgenes decisivos y viendo esto como un trampolín para un impulso masivo para retomar la Cámara de Representantes en las elecciones intermedias del próximo año, convirtiendo a Trump en un pato saliente.
La demócrata Abigail Spanberger llega a una fiesta la noche de las elecciones en Virginia.Crédito: Bloomberg
Sin embargo, estas victorias ofrecen lecciones contradictorias, que sólo amplifican la crisis de identidad que consume a los demócratas en la era Trump. ¿Se inspira en los moderados (Abigail Spanberger en Virginia, Mikie Sherrill en Nueva Jersey) o en el populismo de izquierda de Mamdani, que se parece más al socialdemócrata Bernie Sanders que a gobernadores demócratas como Gavin Newsom, Gretchen Whitmer o Josh Shapiro?
Hablando de eso, el estratega demócrata y exasesor de Barack Obama, David Axelrod, vio un gran ganador de la noche: Newsom. “Se arriesgó con los votantes de su estado y rechazó las transgresiones de Trump de una manera real, significativa y tangible. Los demócratas ansiosos por tener líderes fuertes en este momento lo recordarán”, dijo Axelrod en X.
La demócrata Mikie Sherrill celebra su victoria en Nueva Jersey.Crédito: Bloomberg
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Para los demócratas, lo principal de la noche será la energía más que la estrategia. Como dijo Newsom, se verán “en ascenso”, no a la defensiva, por primera vez en mucho tiempo. Y pensarán que los estadounidenses no están tan enamorados del pan y el circo de Trump como él quisiera hacer creer a la gente.
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