Thanksgiving Day 2025 será más caro que nunca para los estadounidenses en 2025. Una nueva encuesta realizada por Chime y Talker Research entre 2,000 adultos que celebran la festividad reveló que el costo total de organizar, asistir y prepararse para este día asciende, en promedio, a $952 dólares por persona.
La cifra marca un aumento significativo respecto a años anteriores y confirma la presión económica que rodea a una de las celebraciones más importantes del país.
La comida, tradicionalmente el corazón de la festividad, representa el mayor gasto individual. Según los encuestados, los estadounidenses planean invertir alrededor de $175 solo en la cena de Acción de Gracias, una cifra que incluye ingredientes como el pavo, guarniciones, postres y los imprescindibles productos frescos. A este monto se añaden $110 en bebidas, un gasto que continúa escalando año tras año debido a la inflación de vinos, cervezas y otras bebidas típicas del menú festivo.
Pero los costos no terminan ahí. La encuesta encontró que Thanksgiving se ha convertido en una celebración que también implica inversiones estéticas y logísticas. Los participantes indicaron que gastarán en promedio $83 en decoración, incluyendo velas, centros de mesa, adornos temáticos y vajilla especial. Además, otros $291 se destinan a gastos complementarios, como la reparación de electrodomésticos, la compra de utensilios adicionales o incluso la adquisición de ropa nueva para lucir durante la cena familiar.
Un feriado costoso incluso para quienes no viajan
El estudio también revela que los planes de viaje influyen significativamente en el costo final. Aunque un tercio de los encuestados aseguraron que no viajarán durante la festividad, aquellos que sí lo harán destinarán un promedio de $293 para cubrir transporte y alojamiento. Entre vuelos, gasolina, peajes y hospedaje en hoteles o casas temporales, los gastos de desplazamiento se mantienen como uno de los principales factores que elevan el costo general del feriado.
Para los anfitriones, la presión económica es aún mayor. Con una cena promedio para 8 invitados, el costo por plato asciende a aproximadamente $21.88, un cálculo que considera desde el pavo hasta los postres tradicionales. Eso significa que una reunión familiar típica puede superar los $175 solo en alimentos, sin contar bebidas ni decoración.
Este panorama ha llevado a muchos estadounidenses a replantear cómo celebrarán este año. En promedio, cada persona asistirá a 3 reuniones diferentes relacionadas con Thanksgiving, lo que incluye cenas íntimas en casa (58%), reuniones familiares tradicionales (51%) y Friendsgiving (30%). La diversificación de eventos aumenta la frecuencia de gastos, pero también permite que algunas celebraciones sean más pequeñas y manejables financieramente.
Ajustes, presupuestos y nuevas estrategias para ahorrar
A pesar del aumento de los precios, la encuesta revela que muchos consumidores están tomando medidas proactivas para controlar sus finanzas. El 43% de los participantes dijo haber establecido un presupuesto específico para Acción de Gracias con anticipación, buscando evitar gastos impulsivos o compras de último minuto. Esta estrategia se ha vuelto especialmente popular entre quienes organizan eventos múltiples o esperan recibir a varias personas en casa.
Al mismo tiempo, el 35% de los encuestados planea gastar menos este año, reduciendo sus costos en un promedio del 41% respecto a años anteriores. Para lograrlo, los participantes están adoptando varias estrategias:
31% está organizando reuniones más pequeñas.
28% pide a los invitados que traigan un platillo para compartir.
Otros optan por comprar ingredientes con semanas de anticipación, aprovechando descuentos o promociones previas al feriado.
Las diferencias generacionales también se hicieron evidentes. Los millennials lideran las celebraciones minimalistas, con un 36% que planea reducir la escala de la cena o simplificar el menú para recortar gastos. En contraste, la generación Z permanece más fiel a sus menús tradicionales, aunque un 28% de ellos está eligiendo marcas más económicas o productos genéricos para abaratar costos sin sacrificar sus platillos favoritos.
En cuanto al debate sobre quién debe pagar la cuenta, las opiniones varían. Según el estudio, uno de cada 3 baby boomers considera que el anfitrión debe cubrir la totalidad del gasto, como dicta la tradición. Sin embargo, el 33% de la generación Z opina que los costos deberían dividirse equitativamente entre todos los invitados, una tendencia que crece entre grupos de amigos y familias jóvenes que buscan equilibrar el impacto económico del feriado.
Presión por celebrar “la cena perfecta”
A pesar de todos estos ajustes, la encuesta muestra que el 45% de los estadounidenses sienten presión por organizar la cena de Thanksgiving “perfecta”, incluso si eso significa modificar su presupuesto o asumir gastos adicionales. Para muchos, el deseo de mantener tradiciones familiares, impresionar a los invitados o replicar celebraciones ideales vistas en redes sociales contribuye a una sensación de responsabilidad financiera adicional.
Frente a este escenario, expertos en finanzas personales recomiendan planificación y comunicación. “Sin importar tu presupuesto, hay maneras sencillas de hacer que estas fiestas sean más asequibles: planifica tu menú con anticipación, establece límites de gasto y no temas pedir a tus invitados que contribuyan”, dijo Janelle Sallenave, directora de gastos de Chime. “La cena de Acción de Gracias debería ser una celebración de unión, no de costo”.
Con los precios en aumento y las expectativas sociales en juego, los estadounidenses se preparan para un Día de Acción de Gracias más caro, pero también más consciente y planificado. Este 2025, la clave parece estar en celebrar sin comprometer la estabilidad financiera.
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